CAP 25: Otra vez no

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—¡Magma, espera Idiota!—gritó Chrome preocupado al ver como su compañero salía corriendo a enfrentarlo.

Desde que atraparon a Homura, Gen, Chrome y Magma habían podido llegar con normalidad a las puertas del imperio de Tsukasa, lo cual tanto a Chrome y a Magma los impresionados al apreciar un tumulto de personas petrificadas en un solo lugar con números marcados en los cuerpos.

Así que dejando aquello de lado, llegaron al lugar que tenían planeado: la tumba de "Senku", por lo que manos a las obras, se pusieron a colocar y camuflar el teléfono. Sin embargo, no contaron con la intromisión de Ukyo, quien desde la distancia les lanzaba sus flechas y tuvieron que tapar lo más que pueda el teléfono con suma rapidez y largarse, pero, con la buena audición de Ukyo, sería muy difícil de evadir. Ya ti chrome como Magma sabien que Gen tenía que irse para que él plan se pusiera en marcha, tomando ambos la desición de que serían los distractores para que Gen pudiera marcharse.

Tras una larga corrida de ambos Ukyo logró acorralar a Chrome, quien se dió cuenta rápidamente que su enemigo sabía exactamente sus posiciones.

«Su intensión es capturarnos e interrogarnos»pensó dando un suspiro a la idea que se le venía en mente, sin duda haría preocupar a Nyoko pero era la única forma para asegurar el escape de Gen y la vida de Magma.

—Espero que esto funcione—con una rama y una tela blanca que rasgó de su ropa, hizo una bandera de Paz para que Ukyo lo viera. Funcionando de maravilla, siendo capturado y atado de brazos, caminando junto a Ukyo hacia el imperio; sin embargo, lo que no pudo evitar es que Magma los vió desde la distancia, frustrado de no poder derrotar el mismo al enemigo.

(***)

Había pasado varias de horas desde la llegada de Gen y que este estuviera encerrado junto con Senku en el observatorio; Nyoko por su parte, esperaba pacientemente junto a sus niños la llegada de Chrome y Magma, quienes al parecer, habían dejado que Gen se les adelantara.

—¡Ahí viene alguien!—gritó Hisui señalando con una mano, mientras la otra movía suavemente el hombro de Nyoko.

Tanto sus hermanos como Nyoko vieron en su misma dirección, logrando identificar la silueta de Magma.

—¡Magma!—gritaron en unísono los tres niños antes de correr a su encuentro, Nyoko estaba feliz que su cuñado haya podido regresar sano y salvo, pero aquella felicidad se le fue cuando no pudo divisar a Chrome. Desesperada empezó a observar por todos lados esperando divisar a su amigo, pero conforme más aldeanos se acercaban, cada vez más el miedo la atrapaba, empezando a temblar y que el corazón palpitara sin cesar. Fue entonces que, el tirón de su falda por parte de Jane y Hisui hizo que los viera, temiendo lo peor al ver cómo Hisui empezaba a explicarle lo que Magma les contó. 

—¡¿Chrome fue capturado por el imperio de Tsukasa?!—gritó Kohaku alarmada, ¡Tenemos que ir a rescatarlo!—dijo empezando a correr junto a Nyoko.

—¡Que alguien las detengan!—gritó Kokuyou.

—¡Son las más rápidas de toda la aldea, no podremos ni alcanzarlas!—expresó Ginrou.

Senku que pudo escuchar los gritos desde su observatorio, transformó una parte del teléfono en megáfono y con seriedad dijo lo siguiente.

—¡Vuelvan aquí par de leonas!

—¡No soy una leona!—gritó ofendida Kohaku deteniéndose mientras que Nyoko estaba tan concentrada de adentrarse al bosque, que olvidó ver el suelo tropezando así con una raíz de árbol, cayendo estrepitosamente al suelo.

Aprovechando que ambas se habían detenido por distintas acciones; Kokuyou agarró por la espalda a su hija, a la par que Kinrou y Ginrou hacian lo mismo con Nyoko quien forcejeaba por ser liberada.

—¡¿Ustedes dos han perdido la cabeza?!—regañó Turquoise mirando Seriamente a Kohaku.

—Nyoko míranos—dijo Ginrou tratando de que los ojos de Nyoko se encontrarán con los de él, para que así pudieran entablar una conversación, pero Nyoko se rehusaban a verles con lágrimas cada vez más amenazando por salir. Otra vez alguien importante se le iba de las manos, otra vez se encontraba de espectadora, sin poder hacer nada, sin saber que hacer para salvarlo.

Lágrimas cayeron por sus mejillas, dejando de forcejear, era inútil que alguien como ella fuera capaz de salvar a alguien, si no podía ni siquiera deambular sola en todos estos años por la aldea, sería prácticamente imposible que sola pudiera llegar al imperio de Tsukasa. Apoyando su cabeza en el pecho de Ginrou empezó a llorar.

—Nyoko—susurraron con pesar ambos hermanos, intentando tranquilizarla con un abrazo.

Estaba claro para ellos que Nyoko, estaba reviviendo de igual forma, la muerte de su amado Ónix con la captura de Chrome.

Para Nyoko, Chrome era como el pequeño hermano que nunca antes tuvo y con el cuál había tratado con más tiempo que con los demás aldeanos.

Esto es IrracionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora