CAP 45. Sentimientos

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—¿Qué?

—Hace unos días, le pregunté si no podía oírme, ella negó con la cabeza—explicó Taiju.

Tras aquellas palabras, Senku se sentía estúpido por no haberse dado cuenta de ello; de Yuzuriha se entendía, ya que muy contadas veces se relacionaban, aparte de que siempre estaban uno de los niños con los cuales hacían de intérpretes de Nyoko.

Al estar más concentrado en la batalla que se llevó con Tsukasa, en la creación de inventos y en la construcción del barco, había pasado a segundo plano aquella posibilidad.

Una vez que se despidió de Taiju y Yuzuriha, fue al encuentro con Chrome, viendo cómo Nyoko le llenaba de besos antes de irse corriendo con una sonrisa triunfante.

Al ser ya consiente de sus sentimientos, no pudo evitar extrañar su compañía y aquella angelical sonrisa que le dedicaba. Sin duda, había sido un tonto al haber dicho esas cosas. Sin embrago, no había tiempo para lamentarse, ahora debía concentrarse en la construcción del barco y ver si Chrome sabía que tan consciente eran los demás aldeanos de la condición de Nyoko.

—Asi que recién se enteraron—expresó con una sonrisa—, por mi parte, me enteré de ello luego de seis meses que convivimos juntos, fue antes de que le permitieran el acceso a la aldea—contó—, no estoy seguro si Ónix y Magma ya lo sabían, pero los demás lo descubrieron tiempo después.

—¿Era necesario tener guardado aquella información?—preguntó algo frustrado.

—Nyoko puede entenderlos bien, por lo que no veo el inconveniente—hace una pausa—, por cierto, ¿Tienen pensado ustedes dos volverse hablar?, Nyoko ha estado un poco más intensa cada vez que apareces a su vista.

—¿Intensa?—inquirió.

—Si, solía tener ese comportamiento cada vez se peleaba con Ónix. Esos días eran muy incómodos—expresó recordando cómo Nyoko no dejaba de abrazarlo—, o bien se pegaba a mí o a Kohaku pero al final, Ónix lograba reconciliarse con ella, dándole unas flores fucsias como sus ojos, tal vez si haces lo mismo, lleguen a hacer las pases.

Aunque la sugerencia era tentadora, Senku sabía perfectamente que si hacía eso, podría empeorar más la situación, más ahora que había descubierto sus sentimientos por su amiga; por  lo que optó por no decir nada y despedirse, empezando a a caminar un poco antes de volver a concentrarse en la elaboración del barco.

Sin embrago, lo que no esperó era ver que a unos metros más adelante, se encontraban Nyoko y Ryusui, observando como ambos reían para luego ver que Nyoko le pellizcaba el brazo, despidiéndose de él con un beso en la mejilla e ir por el lado contrario de la dirección de Senku.

Ver aquella escena, le hacía sentir triste, pero no había marcha atrás, Ryusui había jugado sus cartas y ahora tenía una relación con Nyoko.

Al ver que Ryusui le saludó a la distancia, no tuvo más remedio que saludar y ver cómo Ryusui se acercaba.

—Asi que ustedes dos discutieron—pronunció Ryusui con una sonrisa—, nunca creí que reaccionarias así.

—Veo que a ti sí te lo contó.

—Te dije que me contaba todo—hace una pausa—, nosotros tenemos una relación única.

Senku frunció el ceño al escuchar aquella frase por parte de Ryusui, supo de inmediato que estaba provocándole y al parecer, disfrutaba de ello. Eso le hizo enojar un poco, sin embargo lo que vino después lo desconcertó.

De la nada, Ryusui empezó a reírse a carcajadas, la situación le parecía tan divertida que trató de calmarse.

—...Lo siento—se disculpó luego de parar de reír—, ver el rostro de alguien enamorado que quiere ocultar sus celos, es tan divertido. 

Esto es IrracionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora