Te has quedado mirando hacia algún lugar en el vacío con un puñado de cenizas en la garganta. No te quejas pues sabes que no es tan malo lo que te pasa. Mamá se va por su lado, culpándote y regañándote hasta por la cosa más mínima. Papá da un leve chasquido con los dedos y soluciona todo con algo de dinero. Pero no es tan malo saberte ignorada por tus padres, no. Pudo ser peor, pudiste haber nacido en Avignon durante el siglo XIV, o en Somalia durante la gran hambruna de los 90, o en la franja de Gaza durante un bombardeo, o en una favela de Brasil, o en ciudad Juárez durante un tiroteo, o en Corea del Norte durante los años 50, o en Prípiat cuando Chernobyl explotó, o en Asiria durante el 3000 a.C. Pudo haber sido muchísimo peor, pero no. No tienes ninguna enfermedad terminal, no estás viviendo con hambruna y miseria, no estás en un país en guerra ni tienes que prostituirte para comer. Tu único problema es que tus padres son un par de glaciares incapaces de comunicarse contigo. Y por si eso fuera poco, en algún lugar de la Tierra, un tipo te imagina y se burla de ti. Te considera pusilánime por pensar que tus problemas son problemas. ¡Qué hijo de puta!
¿Qué cosa? Sí, acabo de llegar. No, no me fue tan mal, pero estoy un poco cansado. Estoy preocupado porque aún no me siento en forma y faltan dos días para la pelea. Ya sé que debería dejarlo, no tienes que repetirlo, pero me gusta pelear, hacer añicos a mi oponente. Vamos, no seas tan delicada, no es que sea violento sin razón, sino que soy un gladiador. ¿Cómo?, no, no es así, el boxeo no es ningún juego. La gente juega fútbol, pero nadie juega a boxear. El médico dijo no es una lesión importante, podré tocar el piano como antes, aunque decida seguir con el boxeo. En serio, no es mentira, todavía puedo tocar los Nocturnos de Chopin, hasta Sin Bandera puedo tocar si quieres. Ya, ya, digamos que tienes razón, pero te juro que esta vez sí será mi última pelea, ya desistí de ir por el campeonato. ¿Cómo?, sí, mañana te puedo acompañar a comprar ese bañador que tanto quieres; no, no me molestaría; muy aparte, me fascina verte en traje de baño, luces tan hermosa. Yo también, no sabes cuánto te amo, pero no quiero que te preocupes tanto. ¿Qué?, sí, comí antes de regresar, pero si quieres puedo poner agua a hervir. ¿Café?, claro, azúcar, dos cucharillas. Sí, pero yo tomaré leche de soya. Me gustaría, pero...
No puedes quejarte, a pesar de la forma en que tus padres te tratan no puedes quejarte. Un exhalo endeble marca un surco asesino en tu pecho, pero pretendes hacer de cuenta que no te duele. En la escuela, tus maestros se comportan como unos cretinos. Cómo odias a la vieja de Matemáticas, la golfa te reprobó en un examen solo porque le caes mal. En los asientos traseros, Carla, Vanesa y Ruth se hacen la burla de ti todo el tiempo. El anterior semestre tuviste que recortarte el cabello porque las hijas de puta colaron goma de mascar sobre tu larga cabellera. Y Rodrigo, siempre tan dulce y lindo. No puedes llevar la cuenta de todas las noches que lo has soñado. Sin embargo, tu corazón se hace cenizas cada vez que lo miras tomar de la mano a su novia. Detestas a su novia, te parece una niña petulante y creída; "maldita Diana", mascullas cuando los ves besarse en el pasillo. Diana y Rodrigo, tan felices y contentos, tú, una chica despechada. Pero no puedes quejarte, mientras tengas techo, comida, ropa, cama y educación no necesitas nada más, ¿cierto?
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Fermata
Random(Fermata: figura musical que le indica al ejecutante que existe licencia para improvisar virtuosamente en determinados compases de la partitura y en consonancia de la cadencia armónica) Esta selección de narrativa corta es como una fermata musical...