Ramé - MINAYEON

12.

-Cuentame que hiciste estos días- Mina miró a la morena y giró su torso hacia ella mientras apoyaba su cabeza en el asiento

-Bueno, estuve en el estudio terminando algunas canciones, fue divertido pero las etapas de grabación también son algo pesadas- dijo Nayeon mientras miraba a el camino

-Y cuándo saldrán?-

-la verdad- miro a la joven -no lo sé- rió

Mina la miró y rió al unísono

-En serio? o sea que eliges fecha cuando terminas todas las canciones?- la joven estaba curiosa y la mujer mayor amaba ver lo atenta que la escuchaba

-Algo así, todo depende del trabajo y de muchas cosas más-

Mina dijo un audible "ahhh" y se giró otra vez a mirar la vista.

-Bueno, es ahí- Nayeon señaló el edificio que estaba situado en Time Square.

-Qué?- la joven miró el edificio y luego a Nayeon que ya había estacionado el edificio -Es la terraza más exclusiva de New York, con Sana intentamos venir 5 veces y nunca pudimos entrar- Mina miraba a Nayeon con ojos de confusión pero también se notaba la alegría atravesando su mirada.

Nayeon la miro con una sonrisa en la cara y salió del auto, la joven vio como la morena caminaba hasta su puerta y por primera vez pudo ver lo que llevaba puesto, quedó hipnotizada al ver el vestido negro que tenía, le quedaba justo al cuerpo y se podía notar su figura a la perfección, Mima miró las piernas de la morena y no pudo evitar morder su labio inferior.

Nayeon abrió la puerta y estiró su mano para ayudar a la joven a salir del auto.

-Mina cálmate- pensó la joven intentando no mirar el cuerpo de la morena

Nayeon había notado la mirada de la joven y pudo ver cuando se mordió el labio mirándola, sintió una presión en la parte baja de su abdomen, con todo el autocontrol del mundo, intento pensar en otra cosa.

-Gracias- le sonrió Mina para luego caminar un poco adelante de ella, la emoción de la joven era evidente, parecía una niña pequeña en una juguetería.

Nayeon iba un poco atrás disfrutando la vista hasta que caminó un poco más rápido y llego al lado de la mujer de ojos color miel

Un hombre de traje negro se acercó a las mujeres, estaba por decirles algo cuando vio a Nayeon, automáticamente abrió la puerta de vidrio y las acompañó hasta el elevador que llevaba hasta la terraza.

El elevador abrió sus puertas, un enorme pasillo adornado con candelabros de cristal fue lo primero que vieron, la joven caminó fuera de aquel ascensor y Nayeon intentó seguirle el paso mientras pensaba en lo linda que se veía Mina emocionada.

-Oye pero no hay nadie- dijo Mina con ahora confusión en sus ojos

-Lo sé- dijo Nayeon -Cuando llame pedí que reservaran la terraza para nosotras- la morena hablaba con tranquilidad, como si cosas así pasaran todo el tiempo

-Como?- Mina estaba sorprendida -Reservaste todo este lugar solo para nosotras?-

La mujer más grande se detuvo al lado de la joven y estando un poco más cerca de los que normalmente estaban, dijo

-Si ¿está mal?-

-No claro que no, solo que... wow- Mina sonrió otra vez y tomó del brazo a la morena sin aplicar mucha presión guiandola hacia la terraza, Nayeon solo podía concentrarse en el agarre de la joven y del cosquilleo que sentía

-Buenas noches señorita Im- ambas mujeres giraron para ver al elegante hombre que las esperaba en la entrada

-Con su permiso, las llevaré a su mesa- las guio dentro y dejo un iPad que estaba en un soporte sobre la mesa, sorprendentemente era el menú

Les explico que al estar listas para ordenar solo toquen un botón en especifico y seleccionen lo que iban a pedir. Luego de la explicación el hombre se retiró dejando a las dos mujeres solas.

Mina se paró y se dirigió al borde del edificio a mirar la preciosa vista que tenían de la ciudad

Nayeon se quedó sentada en la mesa bajo el estrellado cielo mirando a la joven mientras bebía un poco de vino. Era la primera vez que la morena encontraba a alguien que se emocione con cosas tan sencilla, y eso le encantaba.

Mina volvió a la mesa y miró a Nayeon

-Este lugar podría ser mi favorito de la ciudad eh?- rió probando algo de vino -Tiene una vista preciosa- apoyo su cabeza en el hombro de Nayeon -Gracias por traerme aquí, en serio me gustó y recién llegamos-

Nayeon no podía ocultar la felicidad al escuchar las palabras de Mina, tampoco podía ocultar el hecho de que su estómago era una jaula llena de mariposas cuando la joven apoyó la cabeza en su hombro.

-No tienes nada que agradecer- tomo un sorbo de vino -Queria traerte a un lugar donde estemos tranquilas- la miró, Mina giró su cabeza para mirar los ojos de Nayeon regalándole una sonrisa de lado. Sus caras estaban a centímetros, Nayeon solo la miraba fijamente mientras que Mina escaneaba cada centímetro de la cara de la morena, no podía creer los rasgos tan hermosos que tenía, los nervios empezaron a apoderarse de ella y desvió la mirada para luego sentarse recta

-Bueno hm que vamos a pedir?- dijo la joven sin mirar a la mujer que tenía al lado, agarró el iPad y simplemente empezó a pasar el dedo de lado a lado para que las hojas digitales de aquel menú pasarán y pudieran ver que opciones tenían.

-Lo que tu quieras- dijo la mujer saliendo del transe que le había dejado tener a Mina tan cerca

-Bueno esta cena la invito yo okay?-

-No, yo te invité, yo pago-

Mina la miró indignada pero divertida a la vez -Claro que no, ya pagaste una cena, no lo recuerdas?-

-Como no recordarlo- pensó Nayeon -Ya pero mejor luego me invitas un helado- dijo Nayeon dándose cuenta que en realidad solo quería garantizarse pasar más tiempo con la joven

-Esta bien- Mina miro rápidamente a la morena para luego volver al menú

-Que te parece empezar con unos tragos?- Mina asintió y le paso el ipad a la morena