Mina se separó de la morena y la miró, era hermosa y su energía siempre era brillante, tenía algo que hacía que la atmósfera se volviera tranquila y acogedora cuando llegaba. La joven pudo notar como su cuerpo se amoldaba a la tranquila aura de la mujer, minutos más tardes todo el caos había acabado.-Qué tengo en la cara?- le dijo Nayeon riendo -un moco?- la morena empezó a mirarse en el reflejo de su celular haciendo que Mina riera
-No, idiota- la brillante sonrisa de la joven apareció nuevamente -Es solo que...- se calló al darse cuenta que estaba hablando demasiado
La morena se acomodó en el sofá y acercó más a la joven.
-Dime- le dijo y la miró fijamente
-que...- Mina desvió la mirada -Llegaste tu y todo esto se calmo- la voz de la joven era suave e insegura
-Todo esto?- preguntó Nayeon
-Si, todo lo que me estaba afectando... hoy tuve un ataque de ansiedad antes de mi clase y tuve que saltearla para ir al baño e intentar relajarme pero fue casi en vano, luego volví a mi casa donde pensé que iba a estar mejor pero a veces no es tan simple dejarlo pasar-
Nayeon la miraba fijamente prestando atención a cada palabra que decía pero por dentro su corazón saltaba al escuchar lo que la joven estaba diciendo, y se agradecía por haber tomado la decisión de ir a verla.
La mujer arregló el mechón de cabello que caía sobre el rostro de la joven, y colocó sus dedos bajo el mentón de esta para hacer que la mirara
-Si tengo que correr otra vez hasta ti para que estés mejor, entonces lo haré sin problema-
Sus ojos se encontraron y poco a poco sus bocas también. Sus labios deseosos no querían soltarse y bailaban lentamente entre sí. Era un beso diferente al de días antes, era tranquilo, acogedor y lleno de sentimientos.
Ambas se separaron pero quedaron a centímetros mientras sus manos se entrelazaban.
-Entonces siempre voy a esperar verte entrar por esa puerta- Mina acariciaba la suave piel de la morena mientras ella besaba sus mejillas y pasaba sus dedos por su largo cabello.
Quedaron recostadas en el sofá, tan cerca una de la otra que parecía que no querían estar separadas nunca más, se besaban y hablaban a centímetros de sus bocas jugando a quien resistía menos el besar a la otra, y así pasaron horas, como si el tiempo se parará cuando estaban juntas.
Nayeon pudo notar como su teléfono se encendía y una llamada de su productor aparecía en la pantalla, se acercó sin separarse mucho de la joven que estaba encima de ella, y simplemente apagó el celular.
No le importaba nada más en estos momentos que besar, hablar y acariciar a Mina. La joven la tenía a sus pies, la hacía sentir tanto que creía estar embrujada por ella.-Si esos labios me hechizaron- pensó y sin poder contenerse más la beso con tanto deseo y necesidad que la joven no pudo hacer más que seguir el ritmo de la morena mientras se sentaba en su regazo.
Mina se separó del beso sin soltar la cara de la morena que tenía entre sus manos, y empezó a dejar pequeños besos en sus mejillas. Nayeon reía con el gesto tan adorable de la joven, abrazándose a su cintura como si evitara que las separaran.
-Podria quedarme contigo para siempre y no me quejaría- le dijo y recibió una sonrisa de parte de la joven
-yo igual- le contesto mientras acomodaba la hermosa melena de la morena y acariciaba el costado rapado
-oye- empezó a decir la mayor, con claro nerviosismo que Mina notó al instante -Quizás no es el momento de hablar de esto pero realmente quiero saber que piensas tu-
Mina se sentó en el sofá y la miró con atención
-Claro, dímelo- La joven agarró las manos de la mayor para acariciarlas, como si no pudiera estar lejos de su tacto ni por un segundo
-Bueno...- vacilaba -Creo que realmente me gustas Mina- al fin la miro a los ojos, y la joven se lo agradecía -y tu sabes que mi vida es algo diferente a la tuya o a la de la gente "normal", pero me gustaría saber si me dejas.... bueno... si me dejas demostrarte todo lo que siento por ti, quiero decir, quiero pasar tiempo contigo, quiero conocerte, quiero que mis amigos sepan quién eres, me gustaría... en serio me gustaría tenerte en mi vida y yo ser alguien en la tuya, podemos ir lento o rápido o como tu quieras, pero quiero que me des una oportunidad de demostrarte quien soy, la verdad Nayeon-
La morena hablaba a centímetros de la boca de Mina mientras acariciaba su cintura y sus ojos la miraban tan profundamente que la mayor podía jurar que veía su alma.
Mina quedó en silencio unos segundos pero nunca se apartó de ella.
-Quiere enamorarme, señorita Im?- dijo por fin la joven sonriendo
-Quiero enamorarla, señorita Myoui- le dijo Nayeon riendo
-Entonces no será algo tan difícil-
Mina la besó otra vez y sintió cosquillas en el estómago al ver la sonrisa tan grande en la cara de la morena
-bueno... entonces me acompañarías a un evento el sábado?- preguntó la morena -Creo que es la mejor forma de que entiendas un poco todo lo que hago, aparte de que no quiero ir a aburrirme sabes?- le dijo con una sonrisa pícara
-Acepto- rió Mina -Pero que debo usar? no tengo nada- se paró y se fue directamente a su habitación con Rihanna atrás de ella
-Algo cómo esto?- levanto un vestido corto negro algo brilloso y se lo enseñó a la morena
-Bueno si usas eso será difícil para mí estar concentrada- rió la mayor -Pero en realidad no tienes que preocuparte por que usar-
-Por qué?-
-Oye tu solo relájate hasta el viernes si? yo me hago cargo de todo- Nayeon beso la frente de la joven -Confia en mi, será increíble-
-Claro que confío en ti-
-Perfecto- dijo la morena y se alejó un poco -Bueno creo que debería volver a mi casa porque tengo trabajo que hacer- vio asentir a la hermosa mujer que tenía enfrente -Pero te hablaré si?-
-Esta bien- Mina se acercó y entrelazaron sus manos.
Al llegar a la puerta se besaron un rato en forma de despedida y cuando por fin lograron separarse, la joven vio como la hermosa mujer entraba en el elevador para poder ir al primer piso.
-wow- fue lo único que pudo decir la joven tocando sus labios, luego entró a su departamento y se dispuso a ordenar sus días como siempre.
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Ramé - MINAYEON
RomanceRamé: "Algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo" Mina transcurría su segundo año en la prestigiosa Escuela de artes, Juilliard. Había dejado su país, su familia y a sus amigos para poder cumplir su sueño de "empezar de cero". Su añ...