Ramé - MINAYEON

.31.

Nayeon se sentó al borde de la cama mientras sus ojos no dejaban de mirar a Mina que se movía lentamente hacia ella, sus respiraciones eran pesadas y el pulso de la mayor estaba disparando.

-Feliz aniversario, mi amor- Mina sonrió dejando caer la ropa al suelo, los ojos de Nayeon se iluminaron al ver el hermoso conjunto de encaje que tenía puesto la menor, sus manos deseosas atraparon la cintura de su novia empujándola hacia ella para besarla. Rápidamente Mina se sentó en el regazo de Nayeon, profundizando el beso, haciendo que ambas terminen acostadas mientras sus manos recorrían cada rincón del cuerpo de la otra.

-Me encanta- se separó Nayeon mirando sin vergüenza el cuerpo de Mina -Me encanta tanto que te lo tengo que quitar ahora mismo-

Mina rió mientras se separaba dándole lugar a las manos expertas que rápidamente dejaron el conjunto en el suelo.

Sus cuerpos desnudos se tocaban deseos mientras las amantes se besaban. Fue Nayeon la que dio el primer paso, bajando de la boca al cuello y luego a los pechos de Mina, dejando besos húmedos.

Los gemidos de Mina eran cada vez más fuertes a medida que llegaba al punto más alto de excitación. Nayeon se llenó de orgullo al escuchar como su novia gritaba su nombre al llegar al orgasmo y luego se recostó a su lado acomodando los mechones de cabello que caían en el rostro de Mina.
Poco segundos después una nueva ronda, de besos apasionados, empezaba otra vez con ahora Mina tomando las riendas de la situación.

No fue hasta al amanecer que el par se recostó, entrelazando sus brazos y piernas, para luego caer rendidas en un profundo sueño.

**

-Tienes que irte ya?- Mina miraba como Nayeon buscaba su ropa en el suelo, luego de que su teléfono las despertara.

-Si, cariño-

Los ojos de Nayeon analizaron la cara de Mina, y encontró la decepción que había provocado su respuesta. Rápidamente se dirigió a la cama donde estaba su novia para depositar un beso en sus labios.

-Perdoname, tengo que ir al estudio pero te prometo que mañana volveré y podremos hacer lo que tú quieras-

Mina asintió regalándole una sonrisa de comprensión y estiró sus brazos para abrazarla e iniciar un nuevo beso apasionado que poco segundos después, fue profundizando por Nayeon.

Nayeon rió y se separó de Mina -Si no me voy ahora llegaré tarde y Simon pateara mi trasero-

Mina rió y se sentó al borde de la cama mientras observaba a su novia vestirse. Su cerebro hizo click de la nada y recordó la invitación de Jimin a su obra, aún no había preguntado a Nayeon si podía ir con ella.

-Amor, espera-

Mina se levantó y se envolvió su cuerpo desnudo con la cálida sábana. Nayeon se giró en dirección a ella agarrando sus manos y mirando atenta a su novia esperando que esta hablara.

-Hoy a las 6 hay una obra de teatro, es uno de los mejores ballet de New York, y tengo la posibilidad de llevar a alguien conmigo, quieres venir?-

Nayeon sonrió tristemente mientras acariciaba el brazo de Mina.

-Obvio que si quiero ir contigo, pero no puedo hoy, mi amor, intentaremos grabar dos canciones completas ya que vamos algo atrasados-

-Oh, está bien, no hay problema- Mina comprendía la situación pero no podía ocultar la tristeza que le generaba no poder compartir esto con su novia.

Nayeon, que leía a la perfección los ojos de Mina, se apresuró a animarla.

-Oye, escúchame, ve hoy y disfruta la obra si? tienes mi palabra de que voy a buscar alguna obra para ir contigo otro día, y seré 100% tuya todo un día, confía en mi-

Mina asintió y la besó. Para luego ver como su novia se retiraba de su departamento.

**

"Estoy afuera, donde estás?"

"Voy por ti"

Mina estaba parada fuera al gran teatro, con la brisa fría chocando su rostro, vestía un delicado vestido de manga larga color rosa claro y un tapado largo de piel falsa de color blanco, solo ella podía lucir tan bien en esos colores y eso era evidente si prestabas atención a los ojos atentos de algunos individuos que estaban al rededor y no podían despegar sus ojos de ella.

El teatro estaba lleno de gente esperando entrar a la gran sala, la fila de personas llegaba hasta la esquina, lo que daba a entender a Mina que los dichos de sus profesores sobre la obra, eran ciertos.

Mina se encontraba cerca de la boletería, alejada por solo unos pasos, del tumulto de gente. Jimin le avisó que ella entraría junto a él por la puerta trasera para poder ir a sus asientos VIP sin tener que entrar por la puerta del público.

La joven sintió como la puerta que estaba atrás de ella, se abría y un deslumbrante rubio la recibía con la brillante sonrisa de siempre.

-Hola, Mina- el joven se acercó y estiró su brazo para saludar -Permíteme decirte que te ves increíble-

-Gracias Jimin- Mina se sonrojo un poco y bajo la mirada intentando ocultar su nerviosismo ante el cumplido, ella no sabia aún como reaccionar a palabras lindas sobre ella.

-Vamos, por acá- dijo el joven apuntando la puerta para que ambos entraran  -En unos minutos empezará, pero me gustaría presentarte a mis socios-

Mina simplemente asintió, siguiéndolo por el largo pasillo que desembocaba en una pequeña sala, donde estaba un grupo de personas y una gran mesa donde había bebidas y comida.

Jimin se acercó al grupo seguido de Mina.

-Quiero presentarles a alguien- dijo sonriente captando la atención de todos -Ella es Myoui Mina, estudiante de Julliard, ella también es bailarina de ballet, es un honor tenerla aquí junto a nosotros- Todos los ojos se dirigieron a la joven haciendo que tragara fuerte intentando ocultar su timidez.

-El placer es mio- dijo y fue acogida con cálidos saludos por parte de todos los miembros de aquel grupo, que la integraron rápidamente, pregúntale sobre su carrera y hasta regalándole halagos.

Minutos después Jimin los invitó a entrar a la gran sala que yacía completa de gente esperando ansiosa que la función comensara.

El grupo de personas se sentaron en sus respectivos lugares al igual que Mina, que Jimin ubicó en un asiento junto al él.

Las luces se apagaron y la sala quedó en silencio, las grandes cortinas rojas y doradas se levantaron dejando a la vista al elenco que estaba listo para empezar la función.

Mina sonrió al ver las caras de emoción de los bailarines y a la vez, las muecas de nerviosismo, ya que ella más que nadie sabía como se sentía estar en un escenario y la sensación que daba ver levantarse aquellas cortinas que dejaban al público frente a ti.

La música empezó a sonar y el espectáculo comenzó.

Todos estaban concentrados en la obra excepto los ojos marrones de Jimin que no se despegaban del rostro de Mina, como si intentaran captar cada emoción que esta dejara a la vista.