Lean la nota que les dejé abajo, ahí explícate todo con mas calma.
Los días buenos abundaban mucho en casa, Louis se sentía extremadamente animado la mayoría del tiempo y es que aunque su Alfa pasara muchísimas horas en el trabajo, él podía acompañarlo cada vez que se le daba la gana. Sentarse en el sillón y observarlo trabajar era uno de sus pasatiempos preferidos.
"Alfa."
"¿Qué sucede, mi amor?" Pregunta el ojiverde, su rostro algo arrugado por la luz del ventanal que daba directamente a él. Hacía un poco de calor hoy así que el aire acondicionado estaba prendido en la temperatura más fría.
"¿Puedes darme unas tres fichas?" Harry aparta la mirada de su computador y observa a su Omega, el cual se balanceaba con timidez en su sitio.
Desde que Louis empezó a acompañarlo al trabajo había engordado unos cuantos kilos, Harry se sentía algo preocupado ya que no quería a su omega teniendo un problema cardíaco por eso, así que decidió deshacerse de todas las máquinas expendedoras de su edificio. Claramente fue una mala idea ya que el más pequeño dejo de ir con él y decidió quedarse en casa, lugar donde tenía dulces y galletas escondidas en todas partes.
Louis era un ser demasiado inteligente y Harry pensaba que era mejor tenerlo bajo su supervisión. Además era una buena excusa para llevárselo a dónde él debía ir. Era difícil separarse de su lindo omega la mayoría del tiempo.
Ahí es cuando el ojiverde tomó la agradable decisión de cambiar la forma de pago de las máquinas expendedoras, ya no eran necesarias las monedas, solo fichas especiales. De esta forma Louis no podía escabullirse y comprar demasiadas cosas cada vez que quería.
Con tres fichas Louis podría comprar un refresco, un par de chocolates y unas papitas.
"Te daré una." Probó, terminaría dándole las tres fichas al más pequeño pero no perdía nada con intentar.
"Tres."
"Dos."
"Tres."
"Tres."
"Do-.., ¡Alfa!" Gruñó Louis, cruzándose de brazos. A punto de dar un pisotón.
Harry se aguantó una risa y abrió el cajón que tenía bajo llave, sacó cuatro fichas y las puso en la mesa.
"Tráeme una Coca Cola, por favor." Pidió, volviendo a lo que estaba haciendo anteriormente.
Louis tomó las fichas con una sonrisa y desapareció de la oficina. Llegó poco después con tres paquetes de golosinas y dos chocolates. No traía la Coca Cola consigo.
"Louis.." Habló mientras observaba lo que traía en brazos, el más pequeño se sonrojó y soltó una risa nerviosa.
"Me dio sed en el camino, Alfa." Explicó con la voz ligeramente más aguda, dejó los dulces en uno de los sillones individuales y se sentó en el suelo.
El rizado soltó un suspiro y negó. Bueno, sabía que algo como eso iba a pasar.
Un toque en la puerta distrajo a ambos, voltearon casi al mismo tiempo y Harry se aclaró la garganta antes de exclamar un pase. Pronto, la puerta se abrió y dejó ver a un beta, el asistente del rizado.
"Buenas tardes, Señor Styles. Le recuerdo que tiene una reunión pendiente dentro de veinte minutos con Liam Payne, uno de sus primos. " Las palabras salieron de su boca rápidamente y Louis rascó su cabeza, sintiéndose repentinamente intimidado. No había entablado conversación con Liam Payne, se veía demasiado serio como para siquiera intentar. Era un Alfa de pocas palabras, literalmente. Y era familia de Harry, solo con eso tenía todo el derecho de sentirse inferior.
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ɪᴍᴀɢɪɴᴇ •ʟꜱ• ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ
FanfictionEn donde Harry y Louis tienen la relación más linda de todas. Ellos no pueden ser más felices.