Sweet Treat ˓ Jenlisa (Original)

One

«Del odio al amor, hay solo un paso»

Seúl era una ciudad realmente caótica y para Lalisa de veinticuatro años lo era aún más; autos por aquí y por allá al igual que las personas junto a la insoportable contaminación sonora emitida de sus transitadas calles.

¿Acaso era una buena idea aceptar aquella entrevista de trabajo que su mejor amiga Seulgi le había recomendado en aquella conocida empresa?

Lo sea o no, aquella ya se encontraba a escasos metros del grande y lujoso edificio, sus ojos pasearon por la decoración de la recepción y se sorprendió del gran movimiento de sus ya trabajadores.

Su ensoñación se esfumó al escuchar un estruendoso grito que parecía llegar desde el segundo piso.

-¡Será mejor que no regreses por aquí!-. Una voz femenina retumbó fuertemente

Lisa hizo una mueca de disgusto mientras apreciaba desgraciadamente la escena.

-¡La siguiente!-. Llamó

Una pelinegra subió las escaleras perdiéndose por el pasillo; pero como era de esperarse por la recepcionista, aquella también fue echada a los minutos de aquella oficina.

De manera rápida y como si se tratase de una broma, el bucle se repetía de manera constante, dos, tres, hasta diez, algunas se retiraban no tan felices como otras.

Pero antes de poder perderse en otro infinito pensamiento, Lisa fue llamada a poder tomar su turno para la entrevista.
Lalisa suspiro como si tratase de su última vez haciéndolo e ingresó lentamente, una mujer de aparentemente veintitantos años le miró examinando de pies a cabeza, parpadeó unas cuantas veces y la invitó a tomar asiento con una expresión nula, aquella era realmente linda, una figura delgada pero tonificada, un rostro con facciones realmente finas... Era una lástima que fuera tan ¿Amargada?

-Buenas tardes, soy Lalisa Manoban-. Habló cordialmente extendiéndole el folder con papeles

Una pequeña insignia se lucía sobre la mesa gris donde reposaba sus codos.

Así que se llamaba Jennie, Jennie Kim.

-Mmmh, aquí dice que estudiaste contabilidad por 3 años-. Afirmó sin quitar los ojos de la hoja de papel

Aquella pelinaranja tragó saliva antes de asentir lentamente con la cabeza.

-En nuestras políticas de la empresa, el mínimo de años de estudio para el puesto por el que vienes son de cuatro años-.

-Entonces gracias de todas formas-. Miró Lisa con una expresión apenada

Sin agregar más, se levantó e hizo una reverencia para retirarse.

-Tal vez podrías tomar el puesto de secretaria, aún está vigente-.

-Gracias-. Una pequeña sonrisa se pintó en en su antes afligido rostro, estaba dispuesta a tomar cualquier rol para poder por fin tener esa independencia económica de la que tanto requería

-Solo quiero que sepas que en esta empresa las cosas son como yo las diga-. Recalcó

Lisa asintió nuevamente sin reproches.

-Mañana mismo te quiero aquí antes de las seis, puedes irte-. Dijo sin retirar los ojos de los papeles tendidos sobre su escritorio

Aquella entusiasmada muchacha se retiró de la oficina con una ligera sonrisa en sus labios.