Ten

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El tranquilo ambiente de hace unos instantes era todo lo contrario ahora, sin embargo, la situación cada vez se ponía mejor.

La mayor había separado a la ajena de su firme agarré y fue directamente hacía la cocina, dejando con incertidumbre a la de cabellos naranjas; abrió el congelador y sacó un gran envase de helado de coco, su favorito, junto a una cuchara y regresó a la habitación.

-¿No es de mala educación dejarme en plena calentura solo porque se te antoja helado? Tienes que ser tan...-. La menor fue inmediatamente interrumpida cuando sintió como Kim la elevó entre sus brazos posicionándola en su regazo

-Te dije que te calles de una vez, no pienso repetirlo de nuevo-. Afirmó con un leve sonrojo a causa de su molestia

La muchacha no habló más y se acomodó en las piernas de la pelinegra, poniendo las suyas separadas a los extremos.

-Eres tan testaruda a veces, voy a tener que enseñarte a no hablar más de lo que se te es permitido-. Avisó provocando que la otra bajara la cabeza avergonzada- Pero ahora, solo quiero divertirme contigo-.

Abrió rápidamente el envase de helado y sacó una gran cucharada de él, estaba denso y congelado pero sabía perfectamente que se deslizaría en la piel de la ajena de manera deliciosa.

-¡Ugh!-. Jadeó acobardada removiendo su cuerpo por la sensación imprevista

-Quédate quieta-. Mandó sin quitar los ojos del cuello de la menor

-Kim, está muy frío-. Su voz se pronunció temblorosa

-Shh-. Silenció

El helado se arrastró marcando una gruesa línea hacía el abdomen de la pelinaranja, sintió su boca hacerse añicos por la necesidad de probarla y sin esperar más, comenzó desde el inicio del recorrido del dulce con su lengua, parando por instantes para saborear bien dentro de su boca, la sensación tibia ahora sobre el cuerpo de la menor hizo que esta soltara un quejido deleitoso.

-Así me gusta, usa esa boca solo para demostrarme lo mucho que te gusta esto-. Se separó solo para decir

Con las palabras de la mayor dichas, Manoban sintió su centro palpitar, pues oír la voz de aquella le hacía encenderse aún más.

-Sigue así, por favor-. Pidió afable mientras evitada perder la poca cordura que tenía

Kim subió la mirada solo para apreciar el morboso gesto de satisfacción que le provocaba a Manoban y a pedido de la misma, recorrió con más cautela su cuerpo, su caliente lengua pasaba y relamía lujuriosamente cada espacio del torso de Lisa, enfocándose mucho más en sus ahora descubiertos y apetecibles pechos, que por momentos, mordisqueaba con suavidad.

Al terminar, se separó y suspiró liberando de alguna manera su cansancio, pues había dejado más que satisfecha a la menor. Observó el torso de Manoban y sonrió gustosa al notar unas notables marcas rojas sobre su cuello y senos. Plantó finalmente un beso en sus labios avisando indirectamente que había culminado con ella.

-Por favor, quiero más-. Esta vez su voz se emitió quejumbrosa y jadeante

La mayor de un momento a otro, deslizó suavemente su mano dentro de la pequeña prenda de encaje que llevaba de ropa interior de la muchacha, comprobando su gran excitación, pues se encontraba empapada en fluidos.

Sweet Treat ˓ Jenlisa (Original) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora