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Comencé a rebuscar nerviosa en mi bolsillo, deposite sobre el plato el lazo con sangre que me había obsequiado la niña del espejo y se lo pase.
Cerré los ojos escuchando como se lo tragaba, segundos después empego a lanzar múltiples alaridos, se había ahogado con este. Siguió lanzando alaridos hasta que cayó muerto sobre la mesa.
Me pare nerviosa y con los cuatro dedos que tenía en la mano que me quedaba comencé a revisar el plato que le pase con el lazo, encontremos dos esferas viciosas, que según lo que decía la invocación eran ojos, y sin verlos los guarde en mi bolsillo.
Salí del ático y me sorprendí al ver que todas mis partes del cuerpo estaban intactas, tenía mis manos, con sus correspondientes dedos, mi oreja y mi nariz y el dolor había desaparecido.
Baje de vuelta al primer piso y me senté frente al ordenador con la imagen del ojo. Comencé a sentir una presencia detrás de mí seguida de una respiración forzosa. Pero las reglas no me permitían voltearme. No debía hacerlo. Ella estaba ahí, justo detrás de mí
