Los iris de mis ojos estaban ahora teñidos de un rojo fuerte, casi como sangre. Atónita estire mi brazo hacia el espejo, como si pudiera borrar con mis manos ese reflejo que tanto me preocupaba.
Esto no podía estar pasándome, en la invocación no informa nada sobre esto, -Quizás es un efecto secundario y se ira con el tiempo - me dije a mi misma intentando creérmelo. Recordé los deseos que había pedido y para distraerme intente probarlos.
Poderes mentales.
Bueno, con eso se supone debo tener telequinesia ¿Verdad? divise un cepillo de pelo en el estante del baño y me concentre en que se moviera. Nada. Me imagine lo patética que me veía entre cerrando los ojos mirando al cepillo. Lo intente de nuevo y lo imagine viniendo hacia mi mano, se movió ligeramente a la derecha. Si practicaba seguramente me saldría.
Iba a probar el segundo deseo, pero se me hacía imposible concentrarme ya que cada vez que mi vista se posaba en el espejo veía mis ojos y mi mente se llenaba de pensamientos que me atormentaban.
—¿Qué tal si no es un efecto secundario?
—¿Qué tal si nunca se va?
—No puedes salir así, te trataran como un monstruo.
—O quizás eso es lo que eres…
—Te has convertido en un monstruo.
Una lagrima asomó por mí me mejilla seguida de otra y otra. Salí del cuarto de baño y me recosté en mi cama donde los llantos se intensificaron, pero me detuve ya que escuche una suave risa que se fue convirtiendo en una carcajada malévola y terrorífica. Alcé mi cabeza y gire mi vista hacia donde provenía la risa. En el espejo que había frente mi cama se podía ver un reflejo de mi misma pero ahora mis ojos rojos estaban rodeados de unas sombras negras y la sonrisa tenia dientes afilados. Luego de ver el rostro y examinarlo decidí ver el resto del reflejo.
En una mano tenía un machete ensangrentado y en la otra...la cabeza de mi madre.
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Holis, hola, holu, aloh gente!
Bueno, queria agradecer por los leidos, votos y comentarios ya que gracias a esto la historia entro al ranking!
