Reencuentro.

Parte 3

- ¿Estas bien? -Se escuchó preocupado al ver mis ojos llorosos.

-Lo estoy. -Entré al departamento. -Solo que estaba dormida. Lo siento ni siquiera ordene nada.

-No te preocupes. -Dijo tras de mí. -Invite a mis amigos para que se conozcan, espero no te moleste.

-Claro que no. -Me di la media vuelta para verlos. -Lamento el...

No terminé de decir mi frase pues estaba frente a mí, aquel chico de mirada triste por fin lo había encontrado. Mis lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas al ver al amigo de mi hermano, me quedé inmóvil y sorda solo veía el movimiento de los labios de todos hasta que no supe más de mí.

Desperté en mi cama con los amigos y mi hermano alrededor de mí, realmente me sentí apenada.

- ¿Estás bien? -Preguntó mi Isaac.

-Si, solo son los horarios aún no estoy acostumbrada. -Sonreí apenada mientras me sentaba en la cama.

-Creo que deberíamos dejarte descansar. -Contestó mi hermano.

-No, tengo hambre y no quiero cenar sola.

- Ya me preocupaste ¿Estas bien? ¿Dónde está mi hermana? -Sarcástico.

-Idiota. -Voltee la mirada.

- ¡Regresó! Bueno te presento a mis amigos. -El chico de anoche entro con la comida que habían comprado. -A él ya lo conoces es Rino, el rubio es Sam, el pequeño se llama John. -Sonreí a todos, pero estaba ansiosa por saber el nombre de aquel chico. -Y el chico de cabello blanco es Min Sung.

-Un gusto, soy Isabella, pero me pueden decir Isa. Soy lenta aprendiéndome los nombres así que tal vez se los cambie.

-Bueno menos platica y más comida. -Interrumpió Rino quien ya había acomodado los platillos en el suelo. -Lo siento tengo hambre.

-Eres de los míos. -Tomé un par de palillos y comenzamos a comer.

-Isaac nos dijo que has viajado mucho, ¿Cuántos países conoces? -Pregunta curioso Sam.

-Bueno... -Trato de recordar. -El primer país que conocí fue Canadá, luego USA, Brasil, Argentina, Chile, España, Italia, China y Corea.

-Eso es genial, quisiera ser como tú. -Dice asombrado Sam.

- ¿Qué país tiene los hombres más guapos? -Sigue John.

-Corea. -Contesto sin pensar.

Todos dirigieron su mirada a Min Sung riendo y bromeando.

-Eso quiere decir que si alguien tiene oportunidad contigo es Min. -Dio un bocado John.

-Entre ustedes es más guapo Rino, pero en realidad ninguno tendría oportunidad.

Mi hermano sonrió aliviado ante mi comentario.

Terminamos la comida mientras platicábamos para conocernos un poco más, pero Min apenas habló y solo cuando alguien le preguntaba algo directo. Quería saber más de él, de su pasado. En mi mente tenía la idea de que tal vez nos conocimos en algún momento o algo por el estilo y por eso soñaba con él. Mi hermano se dio cuenta que en ocasiones me perdía viéndolo.

-Creo que hace mucho no comía tanto. Estuvo demasiado rico. -Exclamó John.

-Tienes razón, estoy agradecido por que terminaran las promociones. -Siguió Rino.

-Comieron en el suelo de un departamento vacío y hablan como si estuvieran saliendo de un lugar lujoso. -Reí.

-Oye para nosotros no es el lugar, es la compañía y la comida. Mas si llevamos dieta estricta por un tiempo. -Regaño mi hermano.

-Lo siento, yo no conozco esa palabra. -Bromeé.

-Eso es verdadera crueldad. -Acusa Rino apuntándome.

-Bueno al parecer acabas de bajar al 2do lugar de crueldad. -Apunta Sam.

-Es cierto, en crueldad nadie le gana a Isa. -Agrega mi hermano.

-Dijiste que estuviste en Corea. -Dice de la nada Min. - ¿Fue hace mucho?

-No, en realidad tenía como un mes de estar en México, ¿Por qué la pregunta?

-Es solo que me pareciste conocida, pero no voy a Corea desde hace poco más de 2 años.

-Es extraño, también me pareciste conocido. -Cuando escuche sus palabras sentí algo extraño, como si estuvieran presionando mi pecho y un nudo en la garganta se estuviera formando.

-Es mucha coincidencia. Tal vez nos vimos en alguna videollamada o fotos. No creo que nos conozcamos en persona.

El resto de los chicos solo se quedaron en silencio tratando de descifrar la pequeña conversación. Aunque ni nosotros entendíamos lo que estaba pasando. Ambos sentíamos que nos conocimos desde hace tiempo, pero no había manera de que nos hayamos visto. Así que se creó un pequeño silencio incómodo.