-No te pongas de mal humor, la próxima vez iremos juntos a ese lugar. -Traté de animarlo.
-Realmente quiero llevarte ahí, aunque lo veré como una oportunidad de llevarte al original.
- Eso ya me atrapo, ¿A dónde querías llevarme? -Pregunté realmente curiosa...
-Bueno....
-Llegamos. -Interrumpió el chofer.
-Gracias. -Baje de inmediato del auto. - ¿Y bien? ¿Cuál es ese famoso lugar?
- ¿Has escuchado que todo pasa por algo? Pues en esta ocasión fui interrumpido entonces eso quiere decir que no debes saber aún. -Dijo jugando y se alejó.
-Ahora mismo pareces un niño pequeño. -Dije mientras trataba de alcanzarlo.
Por obvias razones el plantel se encontraba cerrado, así que solo paseamos por fuera y conocimos un poco de lo que había cerca, tanto para estudiar como para comer o divertirme.
-No te imagino como una estudiante de psicología, no va con tu personalidad.
-Según tú, ¿Qué va con mi personalidad?
-No sé, algo que te de libertad. Bailarina podría ser, tal vez estudiar algo de comunicación y ser creadora de contenidos para internet.
-En realidad ya tengo trabajo, solo quiero estudiar para poder entender mejor a las personas.
- ¿A qué te dedicas?
-Soy escritora. Tengo mi propio tiempo y gano dinero haciendo algo que disfruto.
- ¿Qué tipo de libros escribes?
-No puedo decirlo, pero los lectores los disfrutan, mi saga completa ha sido "Best seller".
-Personalmente me gusta leer, tal vez en alguna ocasión me toco leer alguno.
-Si tienes buen gusto estoy segura que así lo fue. -Reí.
-Hay un par de autores anónimos que disfruto mucho, solo que son hombres.
-Entonces no son anónimos ya que sabes que son hombres. -Dije sarcástica.
-En fin, ¿Qué te parece si vamos al mercado de compras? -sugirió. -Quiero hacer un postre y no tengo los ingredientes.
-Claro, me parece bien.
El lugar estaba cerca así que decidimos ir caminando, paramos en un par de lugares donde veía algo que llamará mi atención antes de llegar ahí. Una vez en la tienda hice las compras de la semana, no era muy fan de comer en la calle por alguna razón. De regreso tomamos un taxi, para no cargar las cosas, revisé mi teléfono y me di cuenta que tenía demasiados mensajes de mi hermano, la mayoría era prácticamente amenazándome para que no pasará mucho tiempo con Min si él no estaba, preguntando donde había ido, entre otros. Me dio gracia ya que los vi cuando la noche ya había caído.
- ¿Tu novio se acordó de tu existencia?
-Acaso lees mentes o algo por el estilo. Tengo más de 200 mensajes llenos de celos. ¿Crees que termine conmigo? -Bromeé.
-Yo lo haría, no me gustaría que mi chica hiciera eso.
-Debe comprender que me acabo de mudar y tengo cosas que hacer, ¿No crees?
-No justifica que no puedas enviar al menos un mensaje por día, cuando alguien te interesa se nota.
-Buena filosofía. En conclusión, Isaac no me importa. -Reí -Al menos no vivo con él.
Al escuchar me quitó el teléfono asombrado y leyó los mensajes, luego saco el suyo para darse cuenta que aparte de cientos de mensajes tenía llamadas perdidas.
-No estoy seguro si estoy o estamos muertos. -Dijo un poco preocupado.
-Si no eres inteligente, estas muerto. -Dije tono malicioso mientras apagaba mi teléfono.
-No entiendo.
Llegamos al edificio y bajamos del auto, Min tenía nervios de entrar, pero yo ya tenía mi cuartada preparada.
Me ayudo con mis bolsas hasta mi departamento donde estaba Isaac en la entrada.
-Vaya el perezoso por fin se levantó. -Saludé.
-Te escribí, ¿Por qué no respondiste?
-Anoche olvide cargar mi teléfono así que me quede sin batería. -Conteste mientras abría la puerta y entraba al departamento. Ambos entraron detrás de mí.
- ¿Y tú? -Preguntó clavando la mirada en Min. -Incluso te llamé.
-No he visto el teléfono, la calle es ruidosa. -Sacó su teléfono fingiendo revisar lo que ya había visto.
- ¿A dónde fueron?
-Fuimos a un par de lugares tranquilos, a comer, a la universidad y finalmente de compras. -Contesto Min.
-Nos vamos, descansa Isa.
-Igual para ustedes, descansen.
Ambos salieron del lugar, pero el ambiente aún se sentía tenso. Me sentí culpable por Min. Al entrar a su departamento Isaac no dijo más, simplemente se fue a dormir.
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Reencuentro.
Novela JuvenilEl hilo rojo se conecta aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, lugar o circunstancias. Pero, ¿Logrará que un par de hermanos se encuentren en su siguiente vida aunque nacieron en países diferentes? Isa nació en un país...