-Su especialidad por lo que pude ver.
-Es una manera más sincera de saber que te pasa, ya que en muchas ocasiones nuestras preocupaciones están en nuestro inconsciente. -Explicó.
- ¿Lo hará conmigo? -Pregunté.
-Solo si tengo tu consentimiento.
Lo analice un momento mientras ponía a grabar mi teléfono. Sabía que en raras ocasiones mostraban lo que se hablaba en esas sesiones.
-Está bien.
-Pasa por aquí, me señalo un diván.
Me recosté y traté de relajarme. Seguí todas las instrucciones que me dio el terapeuta. No sé cuánto tiempo pasé inconsciente, al despertar tenía mis mejillas húmedas, el psicoanalista me paso unos pañuelos. Ponte de pie poco a poco. Al final logré hacerlo y me senté de nuevo en uno de los sillones.
-Contigo es todo por hoy, te espero la próxima semana. Creo que será muy corta tu recuperación.
Agradecí y salí del lugar despidiéndome.
-Puede pasar. -Le indicó a Isaac.
Tomé mi teléfono y los audífonos para escuchar lo que había dicho.
Me pedían que fuera a mis primeros recuerdos, después de unos segundos me preguntaron mi nombre, me sorprendí al escuchar Sun Mi, según la describí era una joven coreana de 17 años que era de una familia acomodada tenía un hermano mayor llamado Sung Jae. La descripción de ella me recordaba a la chica del día anterior, la de él a Min. Seguí hablando de mi como aprendí de medicina para ayudar a mi hermano enfermo. Por un momento me pareció conocida la historia, pero decidí seguir escuchando. Comencé a describir a otro chico, al parecer era de quien estaba enamorada, él era de mayor rango, al dibujar la imagen en mi mente me di cuenta que hablaba de Kai. Después comencé a describir como mi hermano y yo nos quedamos solos debido a la muerte de nuestros padres y la presión que teníamos por mantener nuestro nivel. Lo que llevo a un matrimonio forzado entre yo y alguien más que no era quien yo amaba. Lo que causó problemas con Yang Jae Joong, el chico con quien tenía una relación a escondidas. Él era muy celoso y no quería dejarme ir, pero tampoco podíamos casarnos...
-Gracias, nos vemos la próxima sesión. -Dijo Isaac saliendo del consultorio.
Pause la grabación y guarde todo.
-Tenemos cita la próxima semana. -Aviso.
-Está bien, ¿Qué te dijo?
-En pocas palabras tengo que mimarte mucho así que me mudaré contigo.
- ¿No hay otra opción? -Bromeé esconder mi confusión.
-Es tu tratamiento y lo haré diligentemente. Vamos a comprar unas capsulas, tengo que ir a la oficina y vamos a comer, ¿Te parece?
-Se supone que debo estar en reposo. Me iré a casa mientras tu estas en la oficina, me quedo con las pastillas por cualquier cosa.
-Está bien, no tardaré mucho. ¿Sabes manejar?
-Tengo licencia internacional.
-Perfecto, me dejas en la oficina y te vas a casa con mucho cuidado.
Manejó hasta la farmacia donde compró lo de la receta, solo me dio una capsula y me pidió que solo la usara en caso de ser necesario. Siguió hasta su agencia, donde me dio el carro, se despidió y explico que nos veríamos en un par de horas. Asentí y antes de ponerme en marcha me puse los auriculares para seguir escuchando la grabación.
- ¿Qué paso después de su discusión con su novio?
-Me sentía desesperada, para poder seguir cuidando de oppa tenía que casarme, pero tenía miedo de lo que Jae oppa pudiera hacer. Fue muy bien entrenado con el arco, espada, pelea física. Realmente era capaz de matar, eso me tenía asustada. Fui a una especie de lago, al parecer necesitaba relajarme para pensar bien mis opciones, luego de alrededor de una hora sentí que alguien me abrazó por la espalda, era mi hermano, al girar para verlo mejor vi como recibió una flecha en la espalda. -Se escucho como si estuviera llorando, mi voz se quebró. -Se empezó a disculpar por no poder cuidarme, y lo vi morir en mis brazos, mi hermano murió en mis brazos. -Se escuchó mi llanto más fuerte. – Vi como Jae oppa se acercó a nosotros mientras otra flecha se veía en nuestra dirección, logró desviarla y disparo otra que dio justo al hombre que había disparado las otras dos.
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Reencuentro.
Teen FictionEl hilo rojo se conecta aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, lugar o circunstancias. Pero, ¿Logrará que un par de hermanos se encuentren en su siguiente vida aunque nacieron en países diferentes? Isa nació en un país...