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El ritual del sacrificio va unido de manera intrínseca al pueblo mexica entre los siglos XIV y XVI. Se cree que durante el imperio azteca varios miles de personas fueron sacrificadas como dádiva a los dioses. Las creencias religiosas normalizaron y generalizaron tan brutal práctica como modo de preservar el estilo de vida azteca. Puesto que el objetivo era evitar la furia de las deidades, nada más valioso que la ofrenda de la vida humana. Así las cosas, el sacerdote de turno, cortando el torso del cautivo, arrancaba el corazón aún latiendo de la víctima.

En la antigua urbe de Tenochtitlan, además, el rito llevaba parejo consigo otra estremecedora ceremonia. Los ejecutores del protocolo, con una mezcla de pericia y conocimiento anatómico, decapitaron a cientos de cuerpos para después reducir las cabezas a la mera osamente de la calavera. Para acabar, abrieron grandes agujeros a ambos lados del cráneo y los deslizaron sobre un poste de madera. Los cráneos estaban destinados al tzompantli de Tenochtitlan, actual Ciudad de México, un estante de grandes dimensiones erigido frente al Templo Mayor, el cual, en su interior, rinde honores a Huitzilopochtli, dios de la guerra, y a Tlaloc, dios de la lluvia.

Pero cuando los conquistadores españoles llegaron a Tenochtitlan en 1519, la contemplación del sacrificio y el obsequio a los dioses los horrorizó de tal forma que derribaron el Templo Mayor y, como parece obvio, también los tzompantli. Empero, su huella no se borró. Gracias a escritos de los colonizadores hispanos, expertos e interesados se han preguntado durante décadas si realmente existieron los tzompantli o si su existencia no era más que un mito achacado a la demonizada cultura mexica.

Un tzompantli ilustrado a la derecha de una representación del templo azteca en Tenochtitlan dedicado a la deidad Huitzilopochtli, del manuscrito de 1587, el Codex Tovar
Ya saben cuidado con tzompantli😨😨😨

Un tzompantli ilustrado a la derecha de una representación del templo azteca en Tenochtitlan dedicado a la deidad Huitzilopochtli, del manuscrito de 1587, el Codex TovarYa saben cuidado con tzompantli😨😨😨

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