Cuenta la leyenda que, al momento de nacer, el ser humano se asocia de manera espiritual a un animal, el cual se convierte en su protector y guía. Sin embargo, existen personas que, por la fuerte conexión con su espíritu animal, poseen la habilidad de transformarse. Estos seres son conocidos como “nahuales” y desde tiempos prehispánicos han existido testimonios de avistamientos y presencia en la mitología popular de lo que hoy es México.
No se trata precisamente de un ser de otro mundo, sino de un hombre común capaz de adoptar la forma de algún animal, don que bien pudo adquirir o, en su defecto, nacer con él para convertirse en, por ejemplo: un gran perro negro con voraces ojos rojos, una serpiente que habla o un burro sin cola ni orejas. Algunos señalan que en épocas antiguas sólo aquellos con cargos importantes tenían esta habilidad, destacando como ejemplo más famoso a Huitzilopochtli, quien se cree tomaba forma de colibrí para estar cerca de las personas.
Aunque no existen pruebas de la existencia de estos seres – salvo el juramento de aquellos que afirman haberlos visto –, en épocas modernas la creencia ha cambiado: hoy existe la idea de que estas personas son brujos y se transforman en animales para “Echar el mal”, hay quienes piensan incluso que se alimentan del alma de las personas, provocan enfermedades y pueden causar la muerte. Asimismo, se piensa que existen chamanes que son nahuales pero que estos, en su caso, usan este don para defenderse de los brujos.
Verdad o no, en las zonas rurales de México no faltan los pobladores que afirman ser víctima de sus malignos poderes o haber visto una extraña bestia (felinos, mulas, etc.) cuyo rostro de pronto se transformó en el de un humano. Incluso hay otros que aseguran haber matado a uno creyendo que se trataba de un animal, y llevarse el susto de sus vidas tras ver el cadáver de un hombre.
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Sociedad De Perritos Historiadores
RandomSubiré datos, mitos y leyendas que nadie pidió con imágenes del perrito Cheems A veces no les pondré un título ya que no se me ocurre lo siento