«El Omega del Rey» • YOONMIN•

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Diario de Jungkook —nota 6—:

"¿Qué es lo que en realidad deseo?"

Buenas noches, gente preciosa... ¿Cómo ha ido su día? Espero que bien.

Bueno, ahora iniciamos con el capítulo. No olviden votar y comentar.

Los minúsculos rayos de luz que se colaban en la celda empezaron a desaparecer y el clima inició a enfriarse, pues la noche se asomaba, probablemente, mi última noche aquí. Entonces, el ruido de los pasos del encargado de traerme la cena se hizo presente. Así, como las anteriores tres noches, espero que abra la rejilla e introduzca un vaso con leche fresca y un trozo de pan; sin embargo, esta vez metió un plato hondo.

—¿Qué es? —pregunté con las pocas energías que me quedaban.

—Sopa de pollo con papas y zanahorias —respondió secamente.

—¿Por qué?

—Joven Park, no estoy autorizado para...

—Por favor... —insistí mientras me acercaba al primer platillo decente que se me servía aquí.

—El rey insistió... No deja de preguntar por usted; cada noche desea que le cuente cuál es su situación y se lamenta. Realmente él tenía la esperanza de que usted se disculpase al segundo día, pero, como no ocurrió, se siente muy mal. Además, su estado de salud es casi tan grave como el suyo.

Mientras me explicaba, me dediqué a disfrutar del delicioso manjar que se me había brindado. No obstante, sus palabras eran las que en realidad me estaban curando, pues mi lobo se alegraba porque su destinado se preocupaba por él y deseaba verlo otra vez. Lo ama y sabe que no podremos sobrevivir sin él, mas algo no me permite coincidir con estos sentimientos.

Qué pena que esto no puede ser.

—Gracias —fue lo último que le dije al encargado antes de que se retirara junto con el plato vacío.

Pero lo necesito.

—¿Su majestad?—lo llamé usando nuestra conexión, a la cual no me había atrevido a recurrir desde que me interné en el bosque para huir del destino.

—¡Jimin! ¿Estás bien? ¿Quieres que llame al guardia para que te traiga?

—Estoy mejor por la gentileza que tuvo conmigo, pero no quiero disculparme aún.

—No necesitas usar formalismos conmigo, y menos si estamos charlando por medio de nuestra conexión.

—"¿Por qué se ríe, su alteza?". "Porque ya te encontré". ¿Lo recuerdas?

—Sí, estaba tan desesperado por tenerte a mi lado. Te hubiera entregado de todo y todavía lo haría, tan solo debes decirme dónde está Jungkook. Él es un peligro para el reino, para la monarquía...

—Veo que te importa más tu trono que otra cosa.

—No, Jimin. Lo que me importa es mantener el orden. La gente casi ni sobrevive la crisis que llegó junto con la muerte de mi padre; por lo tanto, ahora que la situación se está estabilizando, otro rey muerto sería una catástrofe.

—Bueno... —comenté, tratando cambiar de tema— Dime, ¿por qué crees que el malo es Jungkook y tú no?

—El mundo no está compuesto de buenos y malos, Jimin, sino de personas que toman buenas y malas decisiones. Y la decisión que ustedes tomaron va en contra de las normas de este reino, así que se requiere un castigo... ¿Vas a disculparte y ayudarme a encontrarlo?

—Voy a pensarlo —contesté con algo de frialdad, pues mi mente se encontraba procesando la realidad de sus palabras— Buenas noches.

—Duerme bien, Jimin. Te amo.

Estaría mintiendo si dijese que no sentí nada, pues no había dejado de pensar en mí y deseaba ofrecerme el mundo entero por una sincera disculpa. Además, mi lobo se había animado y mi energía también. Hablar con él fue como recibir un gran regalo y, a diferencia de la última vez que hable con Jungkook, no me sentí culpable ni temeroso. Sin duda, Yoongi tenía algo que lograba hacerme sentir bien. Por otra parte, Jungkook siempre me ha protegido y deseado lo mejor; sin embargo, algo ha cambiado. 

¿Por qué la calidez de su mirada se ha extinguido?