Prólogo

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11:22 am. Solo faltaba media hora para llegar a París.

El argentino sonrio y guardo el telefono en su bolsillo y se giro a ver por la ventana mientras esperaba pacientemente a ver la hora de bajar... pero en un momento cerro los ojos para poder descanzar mientras aún tenia tiempo.

Argentina previamente vivía en su país natal con su madre: Italia, el padre de Argie lo abandono cuando era pequeño, por lo que se mantenían como podían, con los escasos recursos que a duras penas su madre ganaba trabajando con trabajos algo inestables. Italia hacia lo que podía para pagar los estudios de su hijo, trabajaba en un restaurante, también trabajaba como mucama, limpiaba lugares públicos, a veces ni siquiera comía para poder darle una buena vida a su hijo.

Argentina nunca le exigió nada a su madre, el era humilde y aceptaba el hecho de al menos poder comer un poco, además, al menos también tenia la oportunidad de poder ir a la escuela, poder estudiar y tener un buen futuro. Por lo que se esforzó mucho en la escuela para poder ayudar a su madre de alguna forma.

Luego de tanto esfuerzo, finalmente Argentina consiguió terminar la escuela. Lo malo era que Italia no podía pagarle la universidad a Argentina, estaban sumamente caras y las carreras que el quería estudiar también lo eran, tendrían que trabajar años sin comer para poder pagar al menos un año de universidad para el joven argentino.

Por lo que Italia algo desesperada, tuvo que acudir a su hermano mayor: Francia, que en realidad era su medio hermano, pero aun así, era su hermano. Italia le pidió por favor a Francia que le ayudara a pagar la universidad de Argentina ya que ella no podía permitírselo con sus trabajos mediocres de tiempo completo y sueldo mínimo.

Francia acepto, pero acordaron a que Argentina se quedaría con el, el tiempo que el tenga que estudiar, así Italia podría trabajar sin tener que gastar en tanto en Argentina y así poder recuperarse y salir de aquella crisis, y fue el mismo Francia quien le pago el vuelo a Argentina para que pudiera ir a París. Lo malo era que Argentina no hablaba francés, y las universidades a las que tendría que ir tendrían que ser francesas y no les entenderían un pomo.

Al menos, Francia hablaba español, y no solo español.

Nunca había hablado con su tío, solo lo vio dos veces en toda su vida. La primera vez lo vio hablando con otra persona a distancia mientras este era cuidado por su madre, y la otra vez que lo vio, estaba caminando con una mujer de cabello rubio.

Argentina se volvió a despertar casi de golpe... se refregó la cara para poder conciliar la fatiga y suspiro, volvió a mirar la hora y esta vez eran las 11:54 am. Miro por la ventanilla del avión y logro ver que se acercaban cada vez a la tierra.

-¡Oh, por fin! -dijo emocionado con una sonrisa repentina y feliz adornando su rostro.

-¡Shh! -le regañaron los demás pasajeros del el avión por haber interrumpido el silencio que reinaba.

-... Perdón -se disculpo bajando la cabeza y acomodándose en el asiento con sonrojo.

El avión finalmente aterrizo, Arg quería bajarse ya, pero decidió ser paciente y respetar a los demás pasajeros para poder bajar de uno, como era debido y esperar su turno. Finalmente bajo del avión y espero pacientemente a que los de la aerolínea bajaran su equipaje, aunque era algo estresante ya que habían varias personas mas altas que se le ponían en medio.

-Dios santo -bufo el argentino intentando abrirse paso entre la multitud.

Los de la aerolínea ya se habían tardado 20 minutos para bajar el equipaje, lo que era estresante, miro su reloj de nuevo, eran las 12:28AM. Suspiro de nuevo ya algo cansado, esperando a que los cuatro inútiles que trabajan ahí, bajaran de una vez su estúpido equipaje para irse de ahí de una buena vez.

Tío (Francia x Argentina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora