CAPITULO 4

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POV WILLIAM

No puedo explicar lo que sentí cuando la vi meneando sus caderas mientras gritaba la letra de la canción si se le puede llamar así, ¡joder! me puso duro al instante.

- ¿Qué hace aquí y como entró? – es lo primero que pregunta, masacra a Luisa que está nerviosa.

- Señorita Kayla, vine a buscar mi reloj que lo olvidé esta mañana – apropósito, lo pienso mas no lo digo.

- Enseguida se lo traigo, espere aquí – me señala los muebles supongo que para que no la siga, pero para su mala suerte es precisamente lo que tengo planeado.

Entro a su habitación y cierro la puerta con seguro, ella está de rodillas buscando en los cajones de su mesita de noche – me pone duro verte de rodillas – le digo y se sobresalta, doy dos pasos y se levanta rápidamente, rio levemente mientras ella me acribilla con los ojos, ¿por qué se enoja?

- ¿Dónde lo dejó?

- No lo sé creo que en el cajón donde ubica sus bragas señorita Kayla – abre la boca indignada y antes de que diga algo abro el segundo cajón de su espejo para buscar lo que deje ahí apropósito.

- ¿Por qué lo dejó ahí, y no en la mesita de noche como una persona normal? – pregunta confundida.

- Porque no lo soy Kayla – me encojo de hombros – por cierto, me llevare estas de recuerdo – pongo sus tangas rojas al aire para que las vea y las meto en el bolsillo de mi chaqueta.

-veo que iras a la fiesta – digo viendo el vestido tendido en su cama.

-No crea que es por su amenaza, Luisa no quiere ir sola y me da pesar dejarla así – se muerde el labio nerviosa.

- Haré como que te creo – doy dos golpes en mi chaqueta en la parte donde metí su tanga.

Salgo de su habitación con ella tras de mi alegando que no tengo ningún derecho en llevarme sus bragas.

-Te comprare unas iguales y cuando las uses, me las llevaré – le digo cuando estamos en la sala.

-No le voy a recibir nada, devuélvame mis bragas

- ¿La primera de mi colección? – suelto una risita – pues no - le digo viendo mi reloj de mano.

Salgo de ahí con una sonrisa como el wason, manejo hasta mi apartamento; llego y mi nana me recibe con un abrazo.

-Mi niño te ves muy sonriente hoy ¿algo en especial? – pregunta ilusionada.

-No, nada fuera de normal.

- ¿Dónde dormiste anoche?

- En de departamento de mi secretaria – respondo y me mira con asombro – te follaste a tu secretaria con solo un día de estar ahí?

Suelto una carcajada y me taladra con la mirada – no nana, a la recepcionista si, a mi secretaria no, es muy brava, pero la se manejar – se sinceró con lulú, siempre ha estado para mí, nunca le he mentido, me conoce muy bien la única vez que lo hice me descubrió.

Flash back

-No nana, no estoy enamorado de Erika, ya párala – me molesto.

- Mi amor, no es malo enamorarse, pero ella no es una buena mujer.

- No estoy enamorado de ella y ya está. – me levanto del comedor y me voy a mi habitación.

Salgo del baño y encuentro a mi nana con mi celular en la mano y sonriendo.

Un contrato con mi jefe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora