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No encontrábamos realizando el precalentamiento cuando la vi entrar al gimnasio. Sonozaki buscaba a alguien con la mirada cuando noté a los de Karasuno hacer su entrada por donde mismo. Se tensó al momento de percibir a gente tras ella, pero su aura cambió por completo a una energía irradiante de alegría al abalanzarse por quien asumía era la amiga de la que mi había hablado. También se puso a saludar a los demás miembros del equipo, y eso me hizo pensar lo diferente que es cuando está rodeada de gente, siendo que creo haberme acostumbrado a verla sola la mayoría del tiempo.

Empezó a gesticular con sus manos algo alterada antes de retirarse, y no mucho después me percaté que fue a la plataforma de arriba preparada para observar con libreta en mano. Fue un segundo de contacto visual donde nos saludamos con una pequeña sonrisa antes de yo volver a enfocarme en el entrenamiento.

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Nunca me imaginé hubieran tantas personas entrenando en este gimnasio. Los de Karasuno parecían pocos comparada a la magnitud de gente aquí. Empecé a analizar un poco los movimientos de cada uno y recordé una que otra cosa que aprendí del deporte gracias a Kiyoko. Saques, remates, bloqueos. Honestamente no se me venía la inspiración suficiente para escribir algo de todo esto

—Ante los ojos del espectador —pensé en voz alta mientras le daba vueltas a mi lápiz entre mis dedos—. La rutina de preparación es el tiempo donde este genera expectativas de lo que está por venir

No, no suena bien, pero ese tema puede ser un buen inicio para el trabajo. Una perspectiva externa, la otra del jugador y otra del rival. Esos sonaban como buenos sub-temas para el tema general de volleyball que determinamos.

Estaba tan perdida pensando en ello que no fue hasta que el sonido del silbato me sacó de mi trance. Iwaizumi parecía reflexivo sobre algo mientras los de Karasuno estaban en una especie de crisis por el pequeño de primer año que estaba desempeñándose mal por nervios que podía percibir desde aquí.

—La ansiedad de las expectativas pueden ser un enemigo más formidable que el mismo rival que tienes al otro lado de la red —susurré para mi misma contenta con aquella frase, y seguí tomando nota de toda idea surgiera en mi cabeza.

No pasó mucho para que los del Seijoh ganaran el primer set decidido por un mal saque de aquel pequeño lanzando el balón a la cabeza de uno de sus compañeros que le miró con enorme ira, cosa que casi me pone los pelos de punta. Observé a Iwaizumi, quien no parecía afectado en absoluto por todo lo que pasaba, como si le diera igual. Me pregunté si les parece tan deplorable el desempeño de Karasuno que no se preocupaba.

—La falta de pasión al no tener que lidiar con la presión de alguien a tu nivel...

No fue hasta que empezó el segundo set que todos presenciaron un ataque de parte de Karasuno que dejó a todos sin palabras. Hasta yo sentí un estremecimiento en el pecho ante ello por no verlo venir. ¿Cómo es que Iwaizumi mantiene la calma a pesar de todo, cuando los rivales están empezando a jugar mejor? Le tengo piedad a Sawamura por tener que mantener a todos los del equipo en línea con tantas peleas internas que tienen los jugadores, resultaba cómico.

Los de Karasuno ganaron el segundo set, y no fue hasta ese entonces que mis tímpanos se vieron perturbados por el sonido del grito agudo de emoción de las chicas que estaban viendo el partido de práctica. Entonces busqué el origen de tal conducta y veo entre el equipo de nuestra escuela a un chico que no había visto jamás. ¿Quién demonios era ese sujeto y por qué le alababan tanto solo por aparecer?

—¡Ten cuidado, Oikawa-San! —gritaron unas chicas del otro lado de la plataforma y solo suspiré pensando que debía de tratarse de algún sujeto popular o habilidoso.

"Can't Believe You Noticed Me" Iwaizumi, HajimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora