t r e s

7.3K 791 153
                                    

El tiempo ha avanzado y entre eso también llegué a tener mi primera junta de estudio con Sonozaki en la biblioteca un lunes. Empezamos por física que era uno de mis fuertes, pero como debíamos realizar una investigación de un tema que no era por completo conocido para nosotros, empezamos por tener que buscar información.

—El sector de física es este pasillo, y si es sobre ejercicios respecto a gravedad, deberían estar por el lado derecho —dijo guiándome entre los estantes.
—Parece que conoces muy bien este lugar —dije observando los alrededores, pensado que perdería un buen tiempo en encontrar lo que busco.
—Si cualquiera me buscara durante un día de semana tras el finalizar de las clase, o estoy aquí o en el gimnasio de ustedes a observar sus entrenamientos —comentó divertida.
—¿Tan seguido vienes?
—Todo el tiempo, a no ser que me veas en la plataforma del gimnasio —respondió sincera.

Cada vez se me hace más extraña la costumbre de no irse nunca directo a casa. Yo lo haría si pudiese, aunque eso me llevó a creer que ella no debía de tener razones para querer regresar.

Logramos hacernos de libros que parecía serían útiles para empezar y no tardamos en encontrar lo que buscábamos con ayuda de los índices. Sonozaki se encargó de redactar las ideas que yo tenía en mente, y eso nos ahorró mucho trabajo por ese día. Tenía buena mano para escribir manteniendo coherencia y un orden que haría que hasta alguien que lo leyera por primera vez lo entendería. Cuando dimos por concluida la sesión de hoy, caminamos juntos bajo el límite del atardecer que iba dando paso a la noche.

—Se siente extraño estar acompañada de alguien a estas horas —dijo repentinamente, cosa que me llevó a observarle de reojo.
—No estás acostumbrada...
—Es absoluto... —respondió pensativa—. Aunque debo decirlo, tu compañía se siente agradable

Ah, diablos, nuevamente mi pulso me está molestando.

—Tal vez algún día podríamos organizar algo externo al estudio —dije sin pensarlo.

Me reprimí y maldije en mi mente un centenar de veces por segundo, y la expresión de impacto de Sonozaki solo me hizo sentir más acomplejado.

—¿Lo dices en serio? —preguntó con ilusión antes de deprimirse un poco—. No quisiera que lo digas porque te apena mi situación de típica chica solitaria de preparatoria que no tiene amigos cercanos....
—Lo dije porque quería, no fue algo haya nacido de una pena que no siento —respondí serio sin saber cómo logré mantener la compostura ante ello—. Además si tienes amistades, y lo sé por la forma en que te reencontraste con tus conocidos de Karasuno aquella vez. Tanto tu amiga como los chicos de tercero que parecían más que felices de verte

Hubo algo de silencio y me detuve cuando me percaté ella dejó de avanzar.

—Gracias, Iwaizumi, me encantaría aceptar tu propuesta —dijo con la voz débil, pero con evidente emoción en su rostro.

Mi pulso otra vez. Era demasiado molesto, pero a la vez me sentí feliz de verla así, porque era evidente su entusiasmo. Seguimos caminando hasta cierto punto, donde vi que observó la pantalla de su teléfono antes de guardarlo apresurada.

—Todavía no cierran un local que quiero ver, así que podemos separarnos aquí —comentó tras aquel acto.
—¿No quieres que te acompañe?
—Creo que te haría bien seguir para llegar a tu casa a descansar, se te notaba lo agotado incluso durante el desarrollo del trabajo —respondió serena—. Estaré bien
—Si tu lo dices, supongo no puedo negarme —admití rendido—. Ten cuidado
—¡Nos vemos mañana! —exclamó mientras se adentraba a la calle de al lado con prisa agitando su mano a modo de despedida.

~~~

Logré llegar a tiempo para echar una mirada a los libros a mi alrededor dentro de aquella pequeña pero acogedora librería. El dueño me saludó animado al verme.

"Can't Believe You Noticed Me" Iwaizumi, HajimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora