Estaba ansioso, y puede que no en el buen sentido en esta ocasión. Nos encontramos en el mismo paradero donde la encontré la primera vez, aunque en un estado mucho mejor que en el de ese entonces.
Caminamos al lado del otro lentamente y en silencio, parecía ya no le dolía su herida de hoy. El fresco aire nocturno alivió los nervios que querían invadirme mientras iba a su lado. Llegamos a un pequeña plaza que se encontraba vacía en esos momentos; noté una máquina expendedora algo oxidada ahí mismo.
—Yo invito —dijo apuntando a la máquina—. Se verá antigua, pero siguen manteniéndola operativa
—Ah, gracias... —respondí modesto.
—¿Qué quisieras?
—¿Qué te gusta a ti?
—Supongo que el café enlatado es mi preferido en esta máquina, pero Iwaizumi, ese no es el punto —respondió observándome divertida.La forma en que me llamaba, es decir, escuchar "Iwaizumi" con su tono de voz resultaba reconfortante de cierto modo, como si fuese una especie de melodía.
—Ese entonces —dije seguro.
—¿Eres de probar cosas nuevas? —preguntó interesada.
—Creo que todo merece una oportunidad —admití tranquilo al notar me estaba acostumbrando al ambiente y la fluidez de la conversación.La verdad lo pregunté pensando en que quería saber algo más de ella, pero quería pasar desapercibido. El sonido de las monedas, los botones y luego el caer de las latas de café, todo parecía distante como si solo pudiese enfocarme en sus movimientos.
—Vamos —dijo emprendiendo rumbo a otro lado.
La seguí con la mirada para ver que se dirigió a un par de columpios. Fue automático el sentarnos en uno de forma sincronizada antes de que me pasara la lata de café que observé con curiosidad. El sonido de alegría que emanó de su parte me hizo verla divertido.
—Lo siento, pero me gusta mucho, es tan suave y aún si es un bebestible frío en medio de este clima, sigue siendo reconfortante para mí —dijo algo apenada.
—Me entusiasmas a probarlo —dije abriendo la lata, notando que me observaba expectanteFinalmente acerque la apertura a mis labios y dejé mi boca ser invadida por aquel dulce sabor.
—Está bueno —dije sorprendido ante el sabor fresco y suave del café.
—¿Verdad? —dijo con gran ilusión—. Salud entonces
—Salud —dije animado correspondiendo el gesto de hacer chocar las latas antes de tomar un sorbo al mismo tiempo.Estar a su lado me hace olvidarme de la mayoría de las cosas. Desde el deporte a lo académico, aún si tengo proyectos pendientes que trabajar con ella. Es que a este punto no puedo verla solo como una compañera, la veo como una amistad que jamás me esperé o vi venir, y lo disfrutaba bastante. Tampoco soy tan idiota para no darme cuenta que me atrajo desde el primer momento, y esa sensación solo a ido en aumento porque ella me da cada vez más motivos para sentirme así. Siento que aún me falta mucho por saber, desde si me ve solo como un compañero de clase y las cosas que he visto sobre ella desde la distancia. El problema es que me siento inseguro de si tengo derecho si quiera a saberlo, aún cuando prometió contarme la verdad hoy.
—Iwaizumi
—¿Qué? —cuestioné algo aturdido.
—¿Qué sucede? —respondió soltando un par de risas—. Llevas observándome por varios segundosNo estuve consiente de que me quedé mirándola mientras pensaba todo aquello.
—¿Crees que pasa algo? —pregunté intentando evadir lo ocurrido.
—Simplemente me dio la impresión de que tenías algo que decir —dijo enderezándose nuevamente en su columpio para luego columpiarse de forma suave.
—Tal vez... —admití tomando otro sorbo del café enlatado.
—¿Entonces...?
—Tengo la impresión que puede ser un tema delicado —confesé para luego arrepentirme de mi hablar.
ESTÁS LEYENDO
"Can't Believe You Noticed Me" Iwaizumi, Hajime
Fiksi PenggemarCuando se trata de una chica, tengo claro y asumido que carezco de chance alguna mientras esté al lado de Oikawa. Tampoco es que me importase mucho, no pensaba cambiar por obtener algo que no anhelo de momento. Seguí creyendo que no necesitaba a nad...