cositas Seavil (Seam X Jevil / Jeam) [ DELTARUNE ]

41.

Hacia ya un tiempo desde que comenzaron a trabajar juntos, casi un año, y se llevaban realmente bien aunque de vez en cuando sus tan diferentes personalidades peleaban. Aun así Jevil estaba seguro que Seam era una de las personas más dulces que había conocido, su mejor y único amigo.

Sin embargo, había algo que le parecía extraño. Seam era amable, calmado y básicamente el contrario a él, pero siempre notaba que algunos parecían tenerle desconfianza, y lo evitaban.

Una vez ambos se encontraron con Clover, y su comportamiento fue raro. Se mantenía a una distancia, y una de las cabezas parecía algo nerviosa por la presencia del mago. Incluso llego a decir cosas fuera de lugar (de parte de la cabeza que, en palabras de Jevil, es la más grosera); "EH, LEJOS, RARITO!"  entre otras cosas, las otras dos cabezas intentaban que dejara de decir ese tipo de comentarios.

Era fácil saber que Seam estaba triste por lo que paso.

Ya había visto rechazo y miradas de reojo hacia su compañero, pero lo exagerado de esa vez solo le hizo preguntarse más que estaba pasando. Lo primero que pensó fue que Clover y Seam habían tenido un conflicto anteriormente… ¿o quizás él no es lo que parece? ¿Tendra algo que lo haga intimidante y/o desconfiable para los demás? Tal vez, tal vez no. Y Jevil prefería pensar que no.

Se encontraban en el bosque, Jevil practicaba sus trucos mientras Seam lo acompañaba como siempre, sentado bajo un árbol leyendo un libro. Era un día normal.

Excepto que el bufón quería probarse a si mismo en la siguiente actuación, tratar algo más… emocionante. Por ello invocó cuatro diamantes que servirían como cuchillas.

—¿Qué estas haciendo?

—Ah, nada, nada! Solo estaba pensando que nuestro acto seria más impresionante con… —dio un salto y se sostuvo con su cola, para luego empezar a hacer malabares con los diamantes. —¡Cosas filosas! UEHEHE!

—Uh… —dejo el libro aun lado y se levanto para observar la demostración. Estaba impresionado por como manejaba las cuchillas, pero preocupado. —No lo sé. No es algo… peligroso?

—Aaw! ¿Te preocupa, preocupa que me lastime? —se detuvo por un segundo, invoco un quinto diamante y empezó de nuevo con los malabares. —¡Sin miedos, sin miedos! ¡No me lastimare! Esto es dulce lamido para mi.

—Confió en que sí, pero no eres tú el que me preocupa… ah! —vio que ya tenia más de esos ataques, se veían como muchos pero en realidad solo había agregado dos más. —¡Jevil, no! —lo regaño.

—Whoopsie! —fingió que uno se le escapaba de las manos, esto asusto a Seam.

—No es gracioso. Si algo sale mal en el acto, ¡los reyes nos mataran!

—Nada, nada saldrá mal! A menos que… ¡pierda el equilibrio! —se abalanzo un poco hacia atrás, pero se mantuvo en pie, ahora sí sosteniéndose con sus piernas. Al otro casi le dio algo, y las bromas de mal gusto de su amigo solo lo molestaban más. —¡A que puedo hacerlo con dos más!

—¡No! ¡Ya basta!

—UEHEHE! ¿Más, MÁS? —se carcajeó.

Vio cuatro diamantes sobre el diablillo, apunto de caer para que los atrapara. Al menos eso era lo que debían hacer, pero Seam los detuvo con su magia, sosteniéndolos en el lugar.

—Eso no es divertido, divertido!

—¡Te dije que ya basta!

—¡Vamos, vamos! ¡Solo dejame mostrarte que puedo! —sin que el otro se diera cuenta, movió la cola lentamente hasta llegar a donde Seam estaba parado.