Capítulo 5

362 34 0
                                    

 —Entonces vas a decir que si—Esta era la tercera vez que Tayni lo decia. ¿Tan increíble era que fuera a tener una aventura?

 —Si se pone en contacto conmigo.—Anthony no se había puesto en contacto conmigo otra vez desde que se fue. Sea lo que sea por lo que terminó nuetra cena abruptamente. Debe de ser bastante importante.

 —Te desconozco Amber.. Lo que Anthony te haya hecho, hizo milagros contigo.

 —No hizo nada, aun—le respondí riendome. No era del todo cierto, me besó como nadie lo ha hecho. Me besó con pasió, deseos, en comparación con los besos de Roman que eran sosos.

 —Estoy hambrienta.—se quejó Tayni.

 —Siempre estás hambrienta—le dije, nos conduje a un lugar de comida rápida.—no se como es que sigues tan delgada.

 —Nena, no corro y hago ejercicios porque me guste.

 —Lo que sea.—mientras yo me sentaba Tayni pedia el desayuno. Se dejó caer al frente mio.—le gustas al amigo de Anthony.

 —¿Cómo lo sabes?—me preguntó.

 —Lo vi mirandote en el club.

 —Mala suerte para él.

 —Es lindo.—la provoqué.

 —Es lindo—levantó la mano y mientras hablaba bajaba un dedo—es sexy, sabe divertirse, buen bebedor, tiene actitd—suspiró—pero es un jugador y me veo enamorandome de él rápido y no quiero un corazón roto.

 —¿Qué pasó con Tayni mi amiga que me decia que tenia que tener una aventura y vivir la vida?

 —He tenido aventuras por tí y por mi. Ahora quiero una relación de verdad y Amber, Andrew no es material de novio, el ni siquiera sabe lo que significa la palabra fiel.

 Comí mi desayuno en silencio y cuando regresé a casa me sorprendí de ver a Anrthony sentado en el piso frente a mi puerta. Se levantó cuando me vió y se sacudió los pantalones.

 —Hola—me saludó con una sonrisa.

 —Hola—no pude evitar sonreir tambien—¿Quieres pasar? Supongo que quieres hablar.

 Alzó sus cejas.

 —Sí, quiero hablar contigo, quiero saber cual es tu respuesta.

 —¿Un poco ancioso?—bromee.

 —No tienes idea—me respondió.

 Abrí la puerta y lo dejé pasar, lo guié a la cocina. Anthony olia como la primera vez que lo ví, mi nuevo perfume favorito. Tania claro lo que le iba a responder , pero de repente mis manos estaban frias y sudando. No tenia dudas, pero tampoco estaba preparada completamente para una aventura. Pero sin importar mi miedo o inseguridad iba a vivir este momento y luego trataria con las consecuencias. Apoyé mi cadera en la encimera y me enfrenté a Anthony.

 —Voy a tener esta aventura contigo, porque realmente me gustas, pero hay una condición, obviamente tú puedes decir que no. Se que esto solo será sexo, que no hay una relación entre nosotros ,pero si quiero exclusividad, no puedes acostarte con otra mientras lo estés haciendo conmigo.

 Anthony caminó hasta mí y puso sus dos manos a cada lado de mi cuerpo encerrándome.

 —No hay otra con la que quiera estar. Hay mucho de tí que quiero descubrir y voy a aprovechar la semana que tengo contigo.

 Me agarró por la cintura y me cargó envolví mis pies a sus alrededor. Le mostré el camino a mi cuarto, me dejó en la cama y me entró el pánico, así que me levanté y salí de la cama. Anthony me miró curioso.

 —Necesito hacer algo rápido—sin darle tiempo a que respondiera o preguntara, corrí al baño.

 La ducha fue rápida, solo para quitarme el sabor salado del sudor, me envolví en una toalla que me cubria hasta mitad del muslo, despeiné mi pelo mojado con los dedos, respiré y me encaminé a mi cuarto. Anthony se había quitado su camisa y estaba acostado con la mitad de la espalda apoyada en el respaldo, cuando me vió caminando hacia él, se arrastró a la orilla y extendió una mano, la tomé y me jaló a su regazo.

 —¿Estás segura de que no te vas a arrepentir de esto?

 No te puedo responder eso Anthony, pero te puedo decir que no me arrepiento ahorasi me arrepentia o no, eso lo sabria una vez que la semana terminara y él se fuera.

 —Quiero que entiendas que esto es solo...

 —Sexo, ya lo se. Ahora ¿vamos a tener sexo o vamos a seguir hablando?.

 Enterró su cara en mi cuello e inhaló.

 —Nena, vas a tener el mejor sexo que has tenido en tu vida.

 Me reí de su comentario arrogante. Anthony me acostó sobre mi espalda y se cernió sobre mí, abrió la toalla y recorrió mi cuerpo con una mirada cargada de deseo. Lentamente bajó su cabeza y cogió primero un seno y después el otro en su boca. Ubicó una mano entre mis piernas e instintivamente abrí mis piernas para darle mejor acceso a su curioso dedo. Después de acariciarme por fuera, metió un dedo y después otro. No se cuando se quitó el pantalón, pero de repente estaba poniendose un preservativo. Entró poco a poco en mí sin dejar de besarme. Gemí en su boca. Anthony empezó a moverse, apreté mis dedos en sus hombros.

 —Estás tan apretada y mojada, malditamente mojada—su voz se escuchaba tan afectada como lo estaba yo. Nada describe loq eue stoy sientiendo, me encantanab los gruñidos que se le escapaban a Anthony, por mi parte se me escaparon uno o dos... o tres.—Jesus Amber, te sientes condenadamente bien, mejor de lo que imaginaba.

 En un movimiento brusco me puso a horcajadas encima de él. Enrredó mi pelo en un puño echando mi cabeza para atrás y con la otra mano me animó a moverme. Poco tiempo después llegué al orgasmo gritando su nombre y él me siguió gritando el mio. Me dejé caer encima de él. Anthony me acarició la espalda a lo largo de mi espina dorsal.

 —Te sientes tan bien encima de mi—besó mi cabeza.

 —Me siento bien estando encima de ti.—y no queria que se moviera. No sabía que tener sexo se sientiera tan bien. Los pocos orgasmos que tuve en mi vida fue provocado por mi, porque Roman era incapaz de preocuparse si yo llegaba o no. Él llegaba y ahí mismo se acababa. Se levantaba iba al baño y me decia que le preparara algo de comer. Nada como Anthony que seguia acariciandome. Me quedé dormida un poco después.

Bumps and loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora