Ya estoy lejos de casa y he corrido por media hora. Decido regresar y me debato entre atravesar un callejón oscuro o tomar el camino más largo. Esto agotada asi que me decido por el camino corto. Nunca he sdo miedosa, sin embargo esta noche siento algo raro, lo siento en el aire, mi piel se eriza. Debí quedarme en casa esta noche. Cuando estoy llegando al final del callejón, tres figuras me bloquean el camino. Me paro en seco, tragando con dificultad, todo tipo de imágenes pasaron por mi cabeza : golpes, violación, robo, asesinato. Se pelear, pero no soy estúpida, no puedo con tres hombres y estos están fuertes, o tengo oportunidad de salir bien de esto. Estaban lo suficienteente cerca de mi para que cuando me diera la vuelta para salir corriendo, uno de ellos me atrapara.
—¿A donde vas encanto? —preguntó al tiempo que mi corazon se aceleraba en mi pecho.
—Oigan, no tengo dinero, solo tengo esto—le enseño mi celular
—No nos interesa, ya nos pagan bien por lo que vamos a hacer. Te metiste con la persona equivocada dulzura y ahora tienes que pagar.
—No se de hablan, yo no tengo problemas con nadie, estan equivocados de personas.
—¿No eres la novia de Anthony?—me preguntó el más alto que ahora estaba frente a mi. Pero no esperó a que respondiera—Bueno, pues te metiste con un tipo casado, la mujer de Anthony nos mandó aqui a darte tu merecido.
Sin esperar más me tiraron al suelo y me golpearon, en las rosillas, en las costillas, mi cara y mi cabeza. Mi cuerpo entero recibió castigo de estos hombres. Con seguridad rompieron algunas de mis costillas. Los tres se fueron corriendo y me dijeron tirada ahí. Mi cuerpo ardia, pero más me dolia el corazón. ¿Como pude equivocarme tanto con Anthony? Las llamadas, las idas a Detroit, el no hablarme de su vida allá, todo tenia sentido ahora. ¡Maldito ! Mientras las lágrimas caian, perdí el conocimiento.
Traté de abrir los ojos, pero se sentian pesado......e hinchados ¿Qué demonios? Recordé la golpiza y entonces el olor a de los hospitales inundó mi nariz. Me puse rígida, Me dolia todo el cuerpo. Gemí por el dolor.
—¿Amber?—miré a la figura que se encontraba a mi lado, no podia ver bien por la hinchazón en mis ojos pero sabia por la voz que era Anthony. No queria verlo.—Gracias a Dios que despertaste. Estaba tan preocupado.
—Vete.—le dije como pude. Mi voz no sonaba como mi voz y me dolia la garganta al hablar.
—¿Bebé?—sonaba confundido. No le respondí, no queria y tampoco podia. —Amber ¿qué pasa? ¿porque no me hablas?
—Quiero que te vayas, no quiero verte nunca más, estoy aqui por tu maldita culpa.
—¿Mi culpa?
—Oh Dios, ya lo se todo Anthony, tienes una esposa que me mandó a golpear porque estaba contigo, ahora entiendo tus idas y venidas, tu mistero con el celular y tu renuencia a hablarme de tu vida en Detroit.
—¿Esposa? No tengo idea de donde sacaste eso, pero yo...
—. ¡Cállate! No más mentiras, quiero que te vayas. No quiero verte. Nunca más. Dile a tu esposa que entendí el mensaje. Alto y claro.
—¿Es eso lo que realmente quieres, que me vaya? ¿No me vas a dar al menos la oportunidad para explicarme?
—No hay que explicar. Vete.
—Bien, voy a salir de tu vida, pero tarde o temprano vas a ver que cometiste un terrible error. Espero que no sea muy tarde.
Sin más salió por la puerta sin mirar atrás. Comencé a llorar lo más fuerte que mi cuerpo adolorido o permitia, Tayni entró unos minutos después.
—¿Qué pasó? ¿Porqué Anthony salió como lo hizo?
—No quiero hablar de eso y tampoco de lo que me pasó. De echo no quiero hablar de nada.
—Amber...
—Ahora no Tayni—la corté. Esta furiosa, estaba enojada, pero sobre todo estaba triste, amaba a Anthony y él me habia mentido. —¿Puedes llamar a la enfermera? No aguanto el dolor—no le dije que el dolor que no aguantaba era el de mi corazón.
Salió sin decir nada y al rato entró la enfermera. La próxima vez que más o menos abrí mis ojos Tayni estaba sentada en una silla la lado de la cama y con la cabeza apoyada en ella. En cuanto moví un poco la mano se despertó.
—Hola tú—la saludé. Aun no podia abrir bien los ojos y no queria verme en un espejo porque sabia que estaba terrible, hichada y amoratada.
—Hola—se le llenaron los ojos de lágrimas.
—Por favor no llores, que lloro y me duele.
—Lo siento, es que verte asi. ¿Qué fue lo que pasó? Anthony...
Gracias a Dios Andrew escogió ese momento para entrar. No me extrañó que no se fuera con Anthony , ya que Tay estaba aqui.
—Despertaste. Jesus, estas horrible—me dijo.
—Gracias—me rei. Bueno, hice el intento
—¿Cómo te sientes?
—¿Golpeada?—ofrecí.
Estuvimos en silencio por un rato y supe cuando Andrew iba a hablarme de Anthony, asi que lo paré.
—Le dije a Tay y te digo a ti, no quiero hablar d él. Alzó las manos.
—Solo te digo que cometiste un error. No se de donde sacaste que Anthony tiene esposa, pero te digo que no es cierto, su primera novia ere tú.
—Me lo dieron los tipos que me golpearon.
—Te mintieron. —Me le quedé mirando fijamente, parecia sincero. ¿Habré cometido un error al no darle a Anthony la oportunidad de explicarse? ¿Me habría dicho la verdad?
