Karen y yo nos fuimos de compra por dos horas. Ella compró un vestido azul claro sin tirates con rosas en un costado del vestido y yo uno rojo por dentro y un velo negro y al final del vestido volvia a ser rojo. Hablamos cosas de chicas, me habló de su amor por Ddayron y como ella de pequeña lo consideraba su héroe. Me habló de su hermana y de su mamá. La mujer era una arpia completa, engañó a Alex con su mejor amigo y de ahí nació Karen, el padre se enteró y saló huyendo. Karina a veces la golpeaba y la dejaba en la calle. Cuando regresamos a la casa enseñamos los vestidos y fuimos a comer pizza.
El salón estaba lleno de gente. A mi lado estaba Karen, lo más lejos posible de Dayron, Tony iba a ser una broma pero le di mi mirada molesta y se tragó sus palabras, Karen estaba suficientemente nerviosa como para que el bromeara con ella ahora.
Cinco segundos después de llegar, una rubia se nos acercó.
—Dayron ¡Qué agradable sorpresa verte de nuevo! Te he extrañado—ronroneó demasiado cerca de la boca de Dayron.
—Marion—la saludó Dayron.
A mi lado Karen de tensó y cuando la miré vi que estaba a punto de llorar.
—No me has vuelto a llamar. Parece que olvidaste lo bien que la pasamos.
—Me voy a llevar a Karen a caminar—Anthony asintió y Karen y yo nos fuimos a caminar para que ella se relajara.
Tayni llegó un ratito más tarde y las tres dábamos vueltas por el salón, estaba preciosa con su vestido gris. Estábamos riéndonos de algo que Karen decia cuando mis ojos se fijaron en otros ojos al otro lado de la habitación, mis pelos se erizaron, mis ojos buscaron un tatuaje en el cuello. Ahí estaba, una araña. Mis piernas se debilitaron y tuve que agarrarme de Karen y Tayni
Uno de los chicos que me había golpeado estaba con Hector. Y ahora estaba segura que Hector estaba detrás de eso.
—Amber ¿estás bien?—me preguntó Tayni.
—Si, ¿volvemos con los chicos?
Anthony me sonrió hasta que vio que no le devolví la sonrisa, se separó de sus amigos para venir a mi encuentro.
Eché los brazos a su cuello y m d cuenta que estaba temblando.
—Nena ¿qué está mal?
—Ya se quien me golpeó.—le dije al oido tratando de controlar mi cuerpo.
Las manos de Anthony se apretarona mi alrededor. Cuando le dije quien me soltó, pero lo detuve.
—Aqui no.
—Nena...
—Por favor—le rogué—no puedes pelear aqui.
—Voy a malditamente golpearlo y no me importa donde estamos.
—No bebé, se inteligente, destrózalo en una pelea legal.
—No va a querer
—Dile que sabemos que el me golpeó y que si no acepta la pelea vas a hundir su carrera. Pero se inteligente, intentará provocarte, no caigas en su juego.
Llegó donde mi con una sonrisa en su hermosa cara, me dijo que no me preocupara que todo estaba arreglado . Dos meses después Anthony destrozó su rodilla derecha . Dejó feos moretones en todo su cuerpo, más los ojos hinchados, costillas rotas, el daño fue tal que pasarian años para que volviera a pelear. si es que alguna vez lo haria.
PRESENTE
—Bebé—la voz de Anthony me sacó de mis pensamientos.
—¿Uuhm?
—Te amo.
—Te amo tambien.
Anthony era el mejor esposo que podria haber imaginado para mi. Lo amaba, era mi vida entera y se que él me amaba tambien. Tengo más de de lo que un día pedí.
Fin.
