Dejé las cosas en el sofá y me encaminé al cuarto. No habia nada de Anthony regado por ahí, no es que usualmente lo habria, el chico era muy organizado, pero ahora mismo agradecieria que se dejara un pantalón o un par de zapatos fuera para no tener que obligarme a abrir mi closet y descubrir que Tony se había ido. Con un nudo en la garganta busque la ropa que me iba a poner hoy y me metí al baño. Salí envuelta en una toalla en mi cuerpo y otra en las manos exprimiendome el pelo para que no goteara. Me eché un poco de gel para darle forma dejando colgar mi pelo hacia adelante inclinada poe mi cintura, apretando y soltando mechones de pelo. Después lo eche para atras con fuerza y segui pasando os dedos para darle un aspecto desordenado pero no demasiado. Antes de que me quitara la toalla Anthony entró al cuarto. Sin pensarlo corrí a su encuentro y salté para que me cargara y enrrede mis piernas alrededor de su cintura y enterré mi cara en su cuello suspirando de alivio. Había estado entrenando.
—Bueno, hola a ti, tambien te extrañé—no respondí, estaba tratando de controlar las lágrimas—¿Está todo bien? —preguntó al ver que no decia nada.
—Ahora lo está—murmuré aun contra su cuello. Solté mis piernas y me bajé para alejarme. Me quité la toalla y me puse mi ropa interior seguido de un pantalón de cuero negro, una blusa de botones y unos zapatos grises de tacón, abierto para dejar al descubierto tres de mis dedos.
—¿Vas a salir hoy?
—Mis padres nos invitaron a cenar.
—Amber...— Hasta ahora habia estado dándole la espalda, pero al escucharlo me giré para mirarlo, estaba pasandose las manos por la cara.
—¿Qué Anthony?—le pregunté con brusquedad.
—No se si es buena idea.
—Es solo una comida Anthony, no un cena de compromiso. ¿No quieres conocer a mis padres?
—No es eso.
—¿Qué es entonces?
—No estoy listo para presentarte a los mios—dijo en voz baja y no mirandome.
—No te estoy diciendo que tienes que presentarme a nadie—suspiré exasperada—Mira Anthony, mi mamá me llamó y me preguntó si queria ir a su casa hoy, hace tiempo no veo a mis padres, si no quieres ir, no me importa. Solo pensé que era hora que mis padres conocieran a mi novio. Anthony cogió mi cara en sus manos.
—Lo siento bebé ¿está bien? Claro que quiero conocer a tus padres—besó mi cabeza y corrió al baño.
Anthony se vistio con unos pantalones blancos y una camisa negra, se veia bien, aunque él se veia bien hasta en falda y pompones, me reí de esa imagen y el levantó a vista de sus zapatos para mirarme.
—¿Me veo mal?—preguntó con las cejas arrugadas por la preocupación.
—No. Te ves muy bien.
—Tú te ves hermosa.—se levantó y vino a besarme.
—¿Estás listo?
—Tanto como llegaré a estarlo—me volvió a besar y cogió las llaves, el celular y su cartera, metió esta última en el bolsillo trasero de su pantalón.
