[EN PAUSA]
Siete vidas. Una maldición. Demasiadas mentiras.
Después del día del cometa de Mystic Falls, Allie despierta sin ningún recuerdo, sin una familia o, siquiera, un hogar; lo único que hay en su memoria es su supuesto nombre, el recuerdo de...
ᴀʟɪᴋɪ ; ʟɪʙʀᴏ ᴜɴᴏ — D A M N A T I O M E M O R I A E —
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capítulo doce vampiros de la tumba
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«Dᴏᴘᴘᴇʟɢᴀ̈ɴɢᴇʀ». Sᴇɢᴜ́ɴWɪᴋɪᴘᴇᴅɪᴀ, es el doble fantasmagórico o sosias (persona que tiene mucho parecido o similitud con otra, sin existir parentesco o relación entre ellas, hasta tal punto que pueden llegar a confundirse) malvado de una persona viva. El término se utiliza para designar a cualquier doble de una persona, comúnmente en referencia al ‹gemelo malvado› o al fenómeno de bilocación (fenómeno paranormal, sobrenatural o divino, según el cual una persona u objeto estaría ubicado en dos lugares diferentes al mismo tiempo). Ejemplo: Katherine y Elena.
Allie bufó, releyendo lo que había escrito en el pequeño diario que Zach le había comprado desde mucho tiempo atrás, casi desde el momento en que regresó de su viaje a Bulgaria. No lo había tocado, pero al tener demasiado tiempo libre se vio obligada a enfrentar el problema que más le correspondía a ella.
Había dejado de hablar con Damon después de saber que él no le habría vuelto a hablar de no ser porque Katherine no estaba en la tumba, lo que significaba que Allie no era tan importante en la vida del vampiro como él había dado a entender. Por otro lado, parecía que la única persona con la que Allie podía hablar era Zach, y ni tanto porque él se pasaba la mayoría del tiempo en el trabajo o resolviendo cosas que tenían que ver con el concejo de Mystic Falls. Luego estaba Bonnie, que, a pesar de la ayuda de Allie, había perdido a su abuela la noche en que abrieron la tumba; Allie no dejaba de maldecirse a ella misma por no haber tenido ningún sueño premonitorio ni aparición diurna de su hermano, y tampoco era capaz de inducirlas. Caroline era un caso distinto: apenas hablaban cuando Bonnie estaba presente, y ahora que ella estaba de luto, Allie y la rubia no tenían ninguna razón para hablar. Elena seguía alejada de ella, como si le tuviera miedo; Matt y Tyler solían saludarla en la escuela, pero nada más; y Stefan... La relación de Allie y Stefan seguía tan frágil que parecía inexistente.
Volvió a resoplar, soltando el bolígrafo negro y dejando caer la cabeza contra el respaldo de la silla. El silencio del apartamento no le ayudaba para nada, le hacía dar vueltas y vueltas a las pocas y pobres amistades que tenía, pero que seguían siendo más de las que recordaba haber tenido jamás.
Su pasado... ¿Tendría una familia que la estuviera buscando en ese mismo instante? ¿Su hermano? ¿Acaso él tendría las mismas visiones que Allie? ¿Acaso Alex era igual de mágico que ella?, porque la magia que canalizaron de Allie la noche de la tumba decía otra cosa. ¿Acaso era una bruja? Era imposible: no podía hacer magia como Bonnie. Entonces ¿qué podía ser?, ¿una criatura nunca antes vista que evolucionará algún día como una mariposa?
