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La casa de Mateo estaba hecha un desastre, había pasado muchos días seguidos en la casa de Camilo, y su papá por supuesto, no había movido nada.

Vio la gruesa hilera de saliva que salía de la boca de su papá acumularse en el mueble, formando una pequeña mancha ahí.

Cualquiera habría tenido mucho asco, pero no era la primera vez que Mateo veía esa escena.

Fue hasta su habitación que en realidad era la única que había y descargó su mochila sobre la cama.

Su padre no dormía en el sofá por ello, más de una vez Mateo le había ofrecido que compartieran habitación, pero él simplemente seguía allí, adicto a las telenovelas y a un sillón viejo.

Mateo levantó las cajas de pizza agrupadas en la mesa de centro y luego las sacó junto con la basura que ya emanaba un olor que contaminaba toda la casa.

Abrió la nevera y su estómago rugió hambriento. Maldijo para sus adentros al ver solamente latas de cerveza.

Caminó de vuelta a su habitación con el estómago vacío y miró su celular. Tenía el número de Darly ya que Andrea había accedido a dárselo, solo faltaba tener el valor.

No era por falta de ganas, o por orgullo de no querer romper su ley; si fuera por orgullo probablemente ya habría roto la ley, sin importar un poco, sin embargo se trataba de miedo.






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Lies & Laws ; TRUENO [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora