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Cualquier persona habría pensado que era el final de aquella relación, más cuando había pasado un mes luego de eso.

Por eso la inesperada visita del morocho en su casa la puso alerta. ¿Qué hacía él ahí después de tanto tiempo?

Mateo tampoco pensó volver ahí, después de un mes creyó que al fin lo había logrado, pero estar ahí le había hecho darse cuenta que la quería demasiado.

Por un mes estuvo de nuevo con distintas chicas tratando de despejar su mente, lo cual logró, pero de vez en cuando aparecía de nuevo su ex novia en su cabeza, algunas veces en sus sueños.

Estaba seguro que la amaba, podía haberse equivocado pero no porque no la amara, era un estúpido pero sí que lo hacía.

Y es que la forma en la que Mateo veía a las mujeres era la misma que siempre, pero como siempre, Darly para él era algo distinto, era su chica, era de quién se había enamorado, la veía como su compañera de vida.

La quería como su amiga, la que llene su corazón, la que le ofrecería una sonrisa que lo invitaría a ser feliz con eso, lo cual él aceptaría.

Pero para él las otras mujeres seguían siendo algo con lo que podía divertirse, y sabía que estaba mal verlo así, sabía que no debía porque no le gustaría que fuera Darly la que le fuera infiel, sin embargo, por más que trataba, las mujeres eran como una adicción para él.

Darly invitó a Mateo a pasar a su habitación, y aunque inicialmente fue para hablar, solo terminaron entre besos, y los besos terminaron en caricias, caricias que fueron haciendo que la ropa sobrara y que una noche de pasión naciera a causa de estos dos.

Te amo. —Susurró Mateo cuando estuvo en su pecho descansando.

Pero ella estaba tan asustada, porque probablemente lo correspondía.

Irónico, porque normalmente todos sufren cuando es al contrario.






Real.



Lies & Laws ; TRUENO [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora