46 | FINAL

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Mateo

—Ésta es mi casa. —Dije mirándola.

Se que probablemente no se lo esperaba, como todos, que creían que probablemente tenía los mismos lujos que Camilo, bueno, no era así.

Pude habérselo mostrado antes, pero no me sentía cómodo con ello, porque nunca dejé a Darly entrar a mi vida, solo la acerqué a ella, la dejé a mi lado donde podía admirarla, donde estuviera únicamente para mí.

Se que las personas han tocado peores fondos, quizá yo podría haberme derrumbado más, pero hasta cierto punto tuve que caer y golpearme hasta entender que estaba haciendo las cosas mal.

Y no es que no lo supiera antes, pero salí de ese estado de incapacidad acompañado de ignorancia, porque le atribuyo ese término a lo que era yo antes, alguien que era consciente de lo equivocado que estaba y sin embargo no hacía nada.

Darly no era alguien que hubiese cambiado algo en mí, no era alguien que había cambiado mi vida, eso sería una fantasía romántica, pero la única realidad era que me había enamorado.

A veces lo que nos ayuda a despertar no es algo directamente, sino cambios que trazan nuestro camino, podía haber lluvia que empantanara el camino, o agua que corría que podía crear uno nuevo.

Darly había sido una de las cosas que me alentó a cambiar. Cuando estuve en mi casa solo con mi papá, me di cuenta que había huido siempre de mis debilidades, y que mis leyes no me hacían más fuertes, era mentira, solo me hacían creer que podía ser tranquilamente un cobarde.

Afronté los problemas en casa, y le dije a papá que no importaba una corbata, que se levantara del sillón y que fuera a trabajar. Los problemas de papá son los mismos que los míos, los problemas del hogar nos afecta a los dos.

Cambié porque mi papá me necesitaba, pero sobre todo porque yo me necesitaba.

A veces necesitamos una patada en el culo, otras solo un empujón amigable.

No podía echarle toda la culpa a él como si nada pudiera hacer yo, y ya sé, que él es el mayor, pero yo también podía ayudarle, y eso es lo que estaba haciendo.

Por eso sonreí al ver esa pequeña casa organizada, la nevera estaba llena de leche, carne y frutas, y ya no estaban las cervezas.

Papá dormía decentemente en el sofá acompañado por una manta, y estaba esperando el momento para poder irnos a una casa donde él también pudiera contar con una habitación.

—Está dormido ahora, pero voy a presentártelo.

La llevé a mi habitación, aquella oscura sin lujos, pero con una pequeña cama cálida.

—Estaba avergonzado. —Le confesé. —Se que no tendría por qué, pero eso pasó..

—Te entiendo, no tenés que excusarte por eso. —Dijo ella.

Miraba sus ojos y me daba cuenta de que la amaba, de que no quería lastimarla. De lo mucho que me ponía sensible que ella tan solo fuera capaz de dedicarme una mirada luego haber sido una mierda con ella.

Bien podría haberme comenzado a odiar, tenía todo el derecho, y que me dedique dos palabras me volvía simplemente loco.

No iba a desaprovechar que me diera una oportunidad, porque yo la quería hacer feliz.

Y es que sus ojos generaban magia, que yo nunca busqué, llené vacíos con otras cosas, no creí que pudiera sentir algo tan lindo como lo que sentía con solo verla sonreír.

Sonará como las películas pero era así.

Solo la escuchaba, y hablaba con ella y me daba cuenta de lo mucho que me encantaba, de que quería escucharla todas las horas, de que aún no sabía mucho de ella, que había más que conocer. Que tenía secretos que quería compartir con ella, y que quería ser el baúl donde depositara sus cargas y sus miedos, quería conocerla más allá de lo que habíamos sido aquellos meses en que estuvimos juntos.

Quería hacer las cosas bien. Empezar con el pie derecho y caminar de la mano con ella, guiarla si era necesario, quería apoyarla y ella a mí, la conocía al menos lo suficiente para saber que ella estaría para mí.

Esa noche escuché por primera vez que me dijo "te amo", lo pronunció un instante, pero podría ser feliz con ello toda la eternidad.

Y fui totalmente honesto con ella esa noche, sinceré mi corazón, y no tuve miedo como la primera vez que lo hice, porque ella me creyó, porque decir la verdad solo me causaba paz, así ella no la fuera a aceptar.

Aunque para mi suerte sí lo hizo. Y quizá nos iban a criticar, pero a mí no me interesaba en lo más mínimo, y a ella menos. Nada de eso nos tiene que afectar.

Porque amar es un tema de dos, y así nos íbamos a amar, por fin libremente, sin mentiras y sin leyes.

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Hay un problema en las personas, y es que deberían tratar de no imponerse tantas rutinas y reglas, tratar de predisponerse tanto el futuro e imaginar o planear absolutamente todo. A veces está bueno improvisar, a veces está bueno dejarse llevar por los sentimientos, a veces está bueno equivocarse, dejar de regirse por reglas y simplemente vivir. Equivocarse es parte de la vida, nuestros actos y sentimientos son parte de nuestra naturaleza.



FIN





HOLAAAA. Estoy muy contenta de publicar esta fic, la verdad la hice casi toda en diciembre, y la terminé recién esta semana. No tenía muchas ganas de publicarla pero aquí está.

Es una fic que escribí tratando de expresar muchas cosas que sentía sobre una trama un poco vacía. Trato de mezclar siempre cosas que me gusten y cosas que se que les va a gustar al lector, y esta vez las hice pensando un poco más en mí.

Por eso agradezco que la hayan leído, a cada persona que se tomó el tiempo de leer esto que escribí, no es algo fuera de lo normal o algo muy atrapante, pero igual algo que nació de mí.

Las amo muchísimo estrellitas, gracias de verdad x apoyarme en tantas cosas, cada vez se vuelven más especiales para mí.

Espero que les haya gustado al menos un poco jajajaj.

Con mucho amor,

lowstarTR

Lies & Laws ; TRUENO [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora