¡Feliz Navidad!

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La cosa se enfrió y empezó el jaleo navideño. ¡Mierda! Estamos recién iniciando noviembre ¡relájense! Pero no, todos en la escuela están con melosidades ¡que tiegggno! (Sarcasmos). Lo único que de verdad era tierno era ver a La Enana tan abrigada, parecía una ovejita.

¡Genial, ya se me salieron las mariconadas!

Yo, por otro lado, empecé a trabajar en un puesto de mecánico cerca a mi casa. Algunas veces tengo que hacer el trabajo sucio, pero las otras veces mi trabajo es pintar los autos y dejarlos como modelos de colección. Sip, en eso soy muy bueno. Algún talento tenía que tener, ¿no?Recuerdo que mi padre solía trabajar en un taller así. Solía llevarme, así que entiendo algo del negocio.

Pero no es algo de lo que me guste hablar. Lo que tengo que hacer ahora es sacar mis libros del casillero e irme a clases.

-Gajeel-samaaa- canturreó Chica Siliconas seguida de su pandilla.
-¿Sí?
- ¿Queremos saber si te gustaría pasar Navidad con nosotras, Gajeel-sama?
-Lo siento, chicas, tengo planes- dije para después correr a mi clase.

Era una mentira tan grande como el mundo, pero no quiero arriesgar mi seguridad sexual con ellas. Otra cosa seria pasar Navidad con la Enana...
¡Cálmate, amigo de ahí abajo!

A la hora del almuerzo fui a la cafetería y me senté en la mesa de siempre con los chicos. La Enana estaba ahí, hablando con Conejita. Me mejora el día cuando se sienta con nosotros. Aunque a veces el Flaco y el Gordo se la llevan para que les enseñe. Me cabrean ese par de idiotas arrastrados. La Enana ya me hace caso cuando vamos en el tren, aunque normalmente soy yo el que tengo que quitarle el libro para que me preste atención. Ahora se está riendo de algo que le ha dicho Coneja. Su risa me suena a música de campanitas.

¡Gajeel, eso es lo más marica que has dicho en tu vida y por mucho!

-Tierra llama a Gajeel- dijo Salamander con voz de E.T
- ¿Qué quieres, idiota?
-¿A quién llamas idiota, idiota?- gruñó.
-A ti, idiota-gruñí.
- Chicos, cálmense. Recuerden: espíritu de Navidad, espíritu de amor y paz- dijo la enana.
-¿Y eso, Levy?¿Un nuevo mantra?- preguntó Coneja.
- ¿Que mierda es un mantra?-pregunté.
-Un mantra es una oración hindú para atraer energías positivas- dijo la Enana- y no es necesario decir groserías, Gajeel- dijo haciendo un mohín. Se veía tierna.
-Bueno, lo que Natsu-san quería decirte, Gajeel-kun, es que estamos planeando pasar Navidad juntos- me dijo Llovizna.
-Y queremos hacer el "Santa Secreto"- dijo Coneja.
-¡Juvia no se dejará vencer por Rival del Amor!
-¿Podrás venir, Gajeel?- preguntó la Enana.
Por Kami-sama, está sonrojada. Esto es demasiado.
- Sí, sí iré, no tengo nada mejor que hacer- dije gruñendo como si no me importara.
-¡Muy bien!- dijo Salamander- ¡Jellal, ven un momento!
Cuando el tío ese se acercó, vi a Pelirroja completamente tensa. ¿Será por ése?
-¿Qué quieres Natsu?- preguntó.
Pinky le acercó una bolsa con papelitos.
-Saca uno para lo que tú ya sabes- dijo con su clásica sonrisa de idiota.
Jellal sacó un papel, lo leyó y dijo "Listo" y se fue.
- Te esperamos el 25- dijo Natsu- Bien, ahora el resto.

Metí mi mano en la bolsa. Kami-sama en ti confío, Kami-sama en ti confío.

//Erza Scarlet//

Kami-sama en ti ya no confío. ¿Qué mierda le puedo regalar a esta loca? Más te vale que saque algo bueno de esto.

***
Los días pasaban y a parte de, por alguna extraña razón que no comprendo, pensar en lo tierna que se ve La Enana toda abrigadita, estoy pensando en qué mierda le regalo a Erza. Kami-sama, ilumíname.
-Gajeel-samaaaa- canturreó Chica Siliconas.

¡Kami-sama, esto no era lo que te pedí!

-Acepta estos pasteles navideños de parte de todas nosotras, Gajeel-sama.

¡Pasteles! ¡Eso es, la Pelirroja parece excitarse con esas cosas! Buena idea. Aunque la iluminación hubiera venido de otra manera. Además esos pasteles deben tener algo dentro.

-Lo siento chicas, no quiero llegar tarde a clase- y salí corriendo.
-On, no, Gajeel-sama, esta vez no- dijo Siliconas de manera malvada.

El problema no es correr, el problema es que te persiguen. Seguí corriendo y en una esquina casi me choco con la Enana.
-¿Gajeel? ¿Qué pasa?- me preguntó la Enana.
-¡Gajeel-samaaaa!- escuché a la Siliconas desde lejos.

Aquí es la parte en donde hice algo muy, pero muy estúpido. Alcé a la Enana como si fuera un saco de patatas y seguí corriendo. Creo que gritó algo y me golpeó pero yo solo quería huir. Al rato vi una puerta abierta y metí a la Enana, luego entré yo y cerré la puerta. Grave error: era el armario de limpieza. La jodí y bien jodida.

Escuché que las chicas seguían corriendo ignorando el armario.
- Estamos a salvo- suspiré.
-Habla por ti grandísimo tonto- me susurró-gritó la Enana- ¡Voy a llegar tarde a clase por tu culpa!
-Lo siento-gruñí.
Mierda, aguante ahí. ¿Lo sientes? ¿Gajeel Redfox, el más malote, lo siente? Esta Enana me hace hacer cada cosa...

-Esta bien, "Gajeel-sama"- dijo riéndose con el apodo de las locas esas.

Yo sabía que se estaba burlando, pero lo dijo de una manera que me excitó, no lo negaré. Eso y sumado a que podía sentir su busto, que ahora que estábamos pegados no se sentía tan pequeño como se veía; estaba haciendo salir a mi "gran amigo de ahí abajo".

-Bueno, E-Enana, sal tú primero- le dije algo sonrojado.
-De-de acuerdo-cuando salió a la luz del pasillo me di cuenta que estaba sonrojada. Sabía que era porque había estado aquí conmigo, pero igual se veía adorable. Giji

Fuimos corriendo a la clase del profesor Conbolt que ,afortunadamente, estaba de buen humor y no tuvimos detención. Aunque el único problema fue que las chicas de mi club de fans se alteraron un poco al verme entrar con la Enana.

El día siguiente, mi casillero estaba a rebosar de cartas. Las miré todas y todas las voté.

Excepto una.

La vida de escuela de GajeelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora