Negación parte 4

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Al momento de llegar a los estudios es recibido con reverencias o alegres saludos de los empleados del lugar, las insinuaciones de los actores o prostitutas no tardan en llegar también y el solo respondía con algunos gestos coquetos, rechazándoles de manera casi amable, y chocando sus puños con algunos de los camarógrafos que pasaban por el pasillo. Su popularidad es algo que le hace sentir orgulloso.

No detuvo su andar hasta llegar a la oficina de Valentino, ubicada justo en el último piso del edificio, dudando si abrir la puerta o no, aunque sabe que sus opciones no son muchas pues necesita pasar a recoger uno de los radios de seguridad con el auricular ya que su teléfono no está en "buenas condiciones" y necesitara algo que le permita comunicarse con la polilla en caso de que ocurra algún desperfecto.

- ¡Mas te vale estar vestido perra! – grita anunciando que pasara sin importar lo que suceda.

- Para tu mala fortuna si lo estoy puta – respondió sin levantar la vista de los papeles sobre su escritorio, podrá ser un maldito nifomano de lo peor y aun así tiene tiempo de revisar papeles de la empresa – oh, pero que linda expresión estas poniendo ahora mismo – a pesar de haberle visto de reojo no evita reírse de manera fuerte al ver las grietas en la pantalla.

- Vete a la mierda bastardo – una seña con ambos dedos medios le es ofrecida – solo venía a avisarte que ya estoy aquí – se aproxima al escritorio abriendo uno de los cajones superiores buscando por lo que vino en primer lugar – además de que voy a tomar uno de los radios ya que alguien – mirándole con enojo – creyó que mi teléfono serviría de pelota y lo arrojo contra la pared – removió algunas cosas del cajón sin encontrar nada de utilidad.

- Ya deja de hacerme desorden – de una palmada en su mano le hizo alejarse – toma – una pequeña caja envuelta en papel rosa brillante fue dejada sobre la mesa – te compre un regalito.

Tomando la caja arranco el horrible papel viendo que era el empaque de un nuevo teléfono, inclusive mejor que el que tenía, y con su viejo chip encima de la pantalla apagada. No evita enarcar una ceja con incredulidad, aunque ese tipo de actos de parte del mayor no es algo del todo raro, siempre que logra joderle de la peor manera intenta arreglar las cosas con regalos caros.

- ¿Es una disculpa o un pago para que te la chupe? – se apresuró a colocar el chip del teléfono y encenderlo para descargar cuanta aplicación y juego se le ocurriera.

- Digamos que es mi forma de disculparme por mi comportamiento de la otra noche – frunció el ceño al decir eso – no era mi intención hacer eso, estaba demasiado ebrio, o algo así – en ningún momento le dio la cara al demonio.

- Como si tú te creyeras lo que dices – le tomo una fotografía – ¿ahora quien hace una linda expresión? – se burló – da lo mismo – golpeo su sombrero haciéndole caer sobre el escritorio – de todos modos siempre serás el mismo idiota de siempre – dejo un beso sobre su cabeza – voy a hacer mis vueltas.

- Ya sabía que me amabas perra – una de sus manos dio un apretón en el trasero de su socio haciéndole dar un pequeño brinco – ven a la hora de la comida para recibir algo bueno, bebe.

- Vas a deberme una hamburguesa y papas grandes.

Fue lo último que dijo antes de abandonar la oficina para realizar su trabajo.

Había ocasiones, como esta, donde Vox se encargaba de revisar algunas de las grabaciones del estudio con el único fin de matar un poco de tiempo antes de retirarse a preparar su propio show, no era algo que le gustase del todo pues él es alguien que disfruta más de estar bajo la mira de la cámara que detrás de esta. Ya iba por la quinta grabación del día cuando se topó con algo que preferiría no haber visto, era la grabación de lo ocurrido en el camerino de la araña específicamente el abuso que sufrió de parte de su jefe.

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