Capítulo 4; El Dios del Miedo y la Muerte

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Tras aquella extraña ensoñación a Francisco le esperaba otro día, sin nada destacable, ni para bien, ni para mal, simple como la hoja de papel, otro día de mirar pizarrones pixelados, culpa de las malas cámaras de las computadoras de sus profesores, terminadas sus clases virtuales diarias, recibiera como encargo de su madre Helena, que llevara un sartén que tenían en calidad de préstamo, de vuelta a su dueña, quien era la abuela de Francisco, doña Jazmín.

Cuando llegó a la casa de su abuela, se topó con una muy desagradable sorpresa, el más nefasto de sus familiares se hallaba en aquella pequeña morada, su tío José quien era pastor Evangélico; al verlo sintió pesado el ambiente, pues el asqueroso olor de sus ideas retrógradas que agradarían al mismo Tomás de Torquemada, llenaba cual niebla pútrida y decadente la morada de Jazmín, y como si la imagen mental y pensamientos de Francisco para con su tío no podían ser más malas, al hacer acto de oír lo que conversaban José y su madre quedó aún más desagradado con aquel hombre. Quien en muestra de gran arrogancia y una nula capacidad de entender a quién pensara diferente de él, se encontraba recriminando a su madre por tener un cuadro de la Virgen de Guadalupe; acto que aquel hombre tan poco empático, catalogaba, como una forma de idolatría y recordaba ante su madre los versos judíos que rezan que solo se ha de adorar a Jehová, pues según ellos él es el alfa y el omega. Aunque le hubiera encantado ponerse a discutir con aquel desagradable sujeto, decidió no hacerlo, pues aquel hombre estaba perdido en la droga que representan aquellos retrógradas ideales; y sería imposible hacerlo cambiar de opinión, por lo que decidió solo por molestar y como acto simbólico de rebeldía, aunque pequeño, sabía también que era algo sumamente molesto para su desagradable tío.

Después de saludar efusivamente a su abuela, mientras a José solo dedicara un frio apretón de manos, que se sentía más falso que una moneda de 3 pesos, dejando el sartén que había sido la razón ,por la cual visitó la casa de su abuela, quien por causa de ser un presenté ,dado por él en su cocina tenía una bandera de México, Francisco después de dejar el sartén en el fregadero y lavarlo, se dirigió a donde estaba la bandera, y mostrando una reverencia le diera un beso en la parte roja. Al ver ese acto tan simple, de la cara de indiferencia con la que su tío José lo había recibido, aquel semblante se transformó en uno de molestia y coraje, que siguió aumentando, cuando a su abuela ya cuando estaba a punto de salir por el umbral y retornar a su casa, le dijera -Abuela, las flores de cempasúchil, van muy bonitas, este año va a haber suficientes para los dos altares, el de usted y el de mi casa-

La cara de José se llenó de un odio que era fácilmente notable, que expresaba un desagrado a las acciones de su joven sobrino; y con su voz engrosada por los años y aún más por la seriedad de lo que estaba a punto de decir, haciendo gala de una gran prepotencia pronunciara las siguientes palabras;-Hijo, sabes que a nuestro padre Dios no le gusta ,que hagas eso;- Francisco en tono burlón casi picaresco le contestara con una pregunta;-¿Qué es lo que no le gusta a "nuestro Padre Dios", que muestre amor al escudo de nuestra tierra madre o; que siembre cempasúchiles para festejar, el día de muertos?. José quedó aún más molesto por el poco respeto de su sobrino, para con su credo y queriendo en vano intentar hacerlo cambiar de posición, pronunciara igual con voz gruesa e inquisidora la siguiente frase;-La biblia dice que solo se ha de adorar a Dios, adorar a la bandera y a los santos es Idolatría-;Francisco sabía que a su abuela no le gustaba que hubiera peleas en su casa, y que además ella era una mujer muy católica, por lo que decidió ya no decir nada y solo zafarse del debate diciendo; -Bueno ya me tengo que ir, tengo unas tareas que realizar, que los profes de la carrera me traen loco-;José sintió claramente las intenciones de su sobrino y buscando tener la razón hasta el final; diera un último mensaje-;Hijo, estás muy lejos de Dios, si no quieres venir a mi iglesia, deberías como mínimo acompañar a tu abuela cuando valla a las misas y a los rosarios, porque es peligroso estar lejos de Dios-;Francisco quien ya se estaba preparando para volver a salir, y se estaba despidiendo de su abuela, contestara unas palabras finales, zanjando la conversación;-El Fanatismo es más peligroso, eso se lo puedo asegurar;-Pronunciadas estas palabras, y ofreciéndole la mano a su tío, quien con dudas correspondiera el acto, saldría por la puerta de la morada de su abuela y emprendió el camino de regreso a su casa.

Tras que Francisco saliera de la casa de su abuela, su tío volvió a hablar;-Ese muchacho me preocupa, está muy mal que este tan alejado de Dios, mi hermana cometió y sigue cometiendo un grave error al no dejar, que se acerca a Dios, su verdad y su iglesia; desde niño en lugar de leer juntos la Biblia, le contaban las historias paganas como los cuentos de los Aztecas y los mayas, además no está bien que hagan el altar;-De forma prepotente se expresó José al ver que su sobrino ya no estaba presente; Jazmín que no le gustaba que se dieran estos incidentes en su casa le contestó a su hijo mostrando algo más de cordura, tal vez por los años que ya había vivido;-Él nunca va a cambiar, no tiene caso que discutas con él;-José quien no se iba a quedar callado le contestó a su madre de la siguiente forma;-Me preocupa su alma, que pueda caer en las artimañas del maligno, por estar tan lejos de Dios y no acercarse a la verdad-

Tras un rato más de plática, José se retiraría de la casa de su madre, puesto que solo había ido a tirar basura disfrazada de presentes, pues los muebles que fue a arrumbarle a su madre en su casa nadie los quería y sus condiciones eran notablemente malas, después de deshacerse de sus desperdicios disfrazándolos como amorosos regalos de un hijo a su madre, regresó a su casa. Una vez en su morada; antes de la cena conjuró las energías de su familia, emitidas en forma de rezos de miedo y opresión, pidiendo a su Dios que por favor hiciera que su sobrino regresara al buen camino; y él estando inconsciente de los problemas de su familia, pensando que las razones por las que su sobrino estaba herrado, era meramente sus desencuentros en el ámbito espiritual.

Entre los rezos cristianos de aquella noche conjuraron, dos entes invisibles para ellos, pero entes sumamente malignos para quienes no siguieran la religión cristiana, dos ángeles, figuras que tenían como objetivo de su existencia atacar a quienes no pensaran como dicta la biblia, pocas veces estos entes tienen que bajar a la tierra, puesto que el fanatismo de los humanos y las humanas; generalmente es suficiente para erradicar los pensamientos diferentes. Estos seres ;uno era el ángel guardia, que se les asigna a los niños y niñas bautizadas y bautizados, cuya función es ser el policía del alma, como un guardia que lleva al prisionero a la cárcel donde; el yugo del fanatismo caerá sobre su cuello, siendo una figura que se presenta como un ser de luz y protector, pero que en realidad es policía represor, que cuida que las almas no coman del fruto prohibido del libre albedrío; y el otro ser era otro ángel que tenía como función ayudar en su maligno cometido al primero, después de ser invitados a este mundo por los rezos de la familia de José ;se dirigieron a la casa de Francisco, a quien pensaban atormentarlo, disfrazados de diablos en sus sueños, para quebrar su voluntad y hacerlo renunciar a sus peligrosas ideas, para que volviera a la senda de Jehová y olvidara, lo que la ciencia Ecológica le dictaba, pues si se romantizan esas palabras se entiende que no hay Dios padre, si no por el contrario Diosa Madre, y temerosos que un fichaje tan prometedor, de las garras de su credo se escapara, se aproximaron a su casa con tal de enloquecerlo en sus sueños ,para que después abrazara el credo cristiano, buscando la paz.

A su paso los Perros los saludaban y mostraban su respeto, cuando las dos imponentes figuras vestidas de blanco y equipadas con alas llegaron a su casa, siendo visibles solo para los canes, gatos y chivas entre otros muchos animales, al hacer acto de presencia en la casa de Francisco; la chiva que tenía en su huerto como animal de traspatio y por su leche, animal que normalmente era muy tranquila, empezó a formar un gran alboroto delatando la presencia de estos seres, también la gata de la casa de pronto se erizó frente a una ventana por donde pasaron; y el gato amarillo que lo había seguido y que era otro inquilino de su hogar también hizo lo mismo, por su parte la chiva se estaba poniendo en posición para dar un golpe a uno de los ángeles. Estos seres no podían entrar a la casa, puesto que las energías despedidas por los felinos eran para ellos sumamente desagradables, y de cierta forma les inspiraba terror, por lo que esa noche los enviados del Dios del miedo y el dolor no pudieron acercarse a su objetivo.

Los Ángeles decidieron esperar a que los felinos se durmieran o que se fueran para poder entrar, pero entre que esperaban a que los gatos conciliaran el sueño; mientras asechaban la casa desde el monte y, trataban desde la distancia usar sus poderes para causar pesadillas en Francisco; una figura apareció entre las tinieblas de aquel matorral Xerófilo, la silueta de una mujer que cabalgaba , a la luz de la luna musulmana y de las estrellas, entre las plantas desérticas; portando ropajes Azules, que en la oscuridad daban la impresión de ser ropas de color negro, al principio no le dieron importancia a la silueta, pensaron que era una mujer que paseaba a caballo, pues Parras aún era un pueblo pequeño, y estos animales no eran tan extraños, pero conforme se fue acercando tenían la sensación, de que los podía ver, aunque llevasen las túnicas mágicas para no ser vistos por los humanos y las humanas.

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