KILLER P O R N

12. 'Otra vez aquí'.

Los gritos inconcientemente escapaban de sus labios esa fría noche, nuevamente las personas que había asesinado hacían presencia en sus sueños, torturándola.

Las constantes pesadillas que tenía la enloquecían, comenzó a golpear fuertemente una de sus mejillas, a pesar de estar conciente no era capáz de despertar. Los gritos de la chica se escucharon en el segundo piso. Charlie al escucharla rápidamente bajo hasta su habitación.

— ¡Arabella detente! — Exclamó su padre atonito mirando aquella escena que tenía ante sus ojos, la chica se golpeaba fuertemente, sus ojos estaban apretados, mientras que de ellos escurrían lagrimas.

Charlie la rodeo entre sus brazos, mientras que la joven seguía llorando desesperada , desde la puerta Carolina la miraba con fastidio.

A pesar de la ayuda psicológica que recibía, no parecía estar ayudando a Arabella. Y sólo se hundía más en su miseria e interminable agonía.

•••

— ¿Has pensado en algún nombre? — Dijo Chloe quién se encontraba sentada en el borde de la cama, Arabella acostada en esta soltó un suspiro.

—No aún, supongo que podría ser cualquiera—Su voz sonaba apagada y el ambiente se notaba más deprimente de lo que había sido las últimas semanas.

Chloe resopló y miró a su amiga, la mirada de ella estaba perdida mirando una de las blancas paredes de la habitación. Aquellos hermosos ojos azules que la chica poseía no reflejaban más que tristeza y miseria.

ocho meses y medio habían transcurrido desde que Eric fue encarcelado y Arabella se había enterado que esperaba un hijo de el.

Un hijo que repudiaba y odiaba.

Su intento de aborto al ingerir unas pastillas no había funcionado, y ahora debía cargar con él. Aún no conocía a aquel ser, pero sabía que no aportaría nada bueno.

— Y...— Su amiga iba volver a hablar cuando hizo una breve pausa. Se aclaró la garganta y continuó— Tal vez...¿Volver a la universidad luego de tenerlo?

Arabella volteó su cabeza para mirarla y lentamente negó con la cabeza. Tras el embarazo de la chica la universidad en la que estudiaba le había ofrecido una horario más flexible, pero aún así ella lo rechazó y decidió perder el resto del año.

Sentía que ya no era nadie, y que vivir ya no valía la pena.

Ahora la situación era así; la chica apenas salía de la casa de su padre y Chloe cuando Arabella quedaba sola iba a cuidarla.

Luego de todos los incidentes, Arabella cerró aquella página que tantos incidentes le había dado.

Charlie le había pedido a Chloe que se quedara con ella, no le gustaba dejarla sola, ya que su hija constantemente tenía actos suicidas.

— Tú padre ya debe de estar por llegar, ahora tengo que comprar unos insumos que nos han pedido ¿Te molesta si me voy?

Ella negó con la cabeza. Chloe se levantó y depositó un beso en la frente de la chica al despedirse. Un tortuoso silencio inundo la habitación cuando escuchó la puerta de la entrada cerrarse, miro su mesita de noche en donde había un frasco de pastillas, no había tomado su dosis.

Sintió un fuerte dolor en la parte baja de su abdomen y miró su creciente vientre. Una mezcla de sentimientos la invadió en aquel instante, tratando de calmarse se levantó de la cama tomando el frasco y caminó hacía la cocina por un vaso de agua.

Tomó un vaso y mientras lo llenaba su mirada se clavó en el cuchillo que se encontraba sobre el lavaplatos. El tic de su ojo apareció y bruscamente comenzó a negar con su cabeza. El Psicologo le había prohibido extrictamente no acercarse a aquellas armas que tuvieran algún grado de herir, ya sea a ella misma, o a los demás.