4. 'Encuentro de dos extraños.'

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Ambos mantenían la mirada puesta el uno con el otro, estaban tan cerca que podían sentir sus respiraciones.

— ¿Estás ebria? — Preguntó Eric mientras fruncía el ceño.

Arabella entrecerró los ojos, a pesar de a ver bebido cuatro cervezas se sentía demasiado consciente.

O quizás el alcohol había hecho efecto y ahora estaba alucinando con que un asesino estaba frente a ella.

— Yo...no — Dijo agachando la mirada, tenerlo tan cerca y con la vista puesta en ella la intimidaba.

Eric cogió fuertemente a la chica de la cintura pegándola contra el lavaplatos que estaba detrás de ella, su mano aún sostenía aquel filoso cuchillo mientras lo dirigía a su abdomen.

Ella se sobresalto al sentir el filo de aquel cuchillo en su vientre, este empezó a formar pequeños círculos sin perforar su piel, el cuerpo de Arabella se erizó por completo.

— Eres bastante tímida para lo que haces en esa pagina porno, linda.

Arabella abrió sus ojos sorprendida, tratando de asimilar lo que pasaba. El alcohol en su organismo la hacía pensar demasiado lento. Aún algo aturdida empujo al chico bruscamente, separandose de el.

Más que miedo por tener al sádico asesino frente a ella, sintió vergüenza al saber que él conocía lo que ella hacía.

— Yo...yo —Tartamudeó — No sé de qué estas hablando ¿¡Cómo entraste aquí!? ¿¡QUIÉN MIERDA ERES!? — Gritó, se estaba alterando con su presencia.

Estaba nerviosa y sus frenéticos latidos cardíacos parecían no querer detenerse.

El soltó carcajadas.

— Con un clip estas puertas no son nada difíciles de abrir, y respecto a tu última pregunta...pensé que ya era bastante conocido en esta estúpida ciudad como para que no lo supieras — Él en un rápido movimiento la tomo de su cuello obligándola a caminar hasta el sofá.

La lanzó de forma brusca a este quedando el entre sus piernas, la chica rápidamente empezó a sentir miedo. Este posó la mano en su mejilla mientras la acariciaba suavemente sin dejar de mirarla.

— ¿Acaso vas a violarme?— Preguntó temerosa.

Eric frunció el ceño y se alejo en seguida.

Esa pregunta lo había ofendido bastante.

— Seré asesino, pero no violador. — replicó.

— ¿Entonces me matarás?

—Tampoco...¿sabes cuanto he anhelado nuestro encuentro?— Esta vez volvió a la misma posición de antes — Nunca en mi vida había deseado tanto a una mujer como lo hago contigo, tengo planeado cumplir todas mis fantasías sexuales junto a ti, pero con tu consentimiento, no haré nada que tu no quieras. — Aunque Eric mentía, si ella no aceptaba, el estaba decidido a tomarla de igual manera.

— Vaya, pero que asesino más considerado. —Respondió con un notable sarcasmo en su voz.

Nuevamente el se rio.

— Sólo contigo, gatita. — Respondió el.

La chica pensó un momento.

— ¿Qué debo hacer para que te largues de aquí y no vuelva a verte nunca? — El hecho de saber que aquel muchacho sabía lo que hacía para obtener dinero la avergonzaba...claro también aparte de ser un asesino  que debía provocarle temor y rechazo.

— ¿Irme? nop, yo me quedo — Volvió a alejarse de ella y se acercó a la ventana — Desde ahora este será mi nuevo hogar, es mucho mejor que la polvorienta cabaña donde estoy.— Volteó a mirarla.

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