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Emilio

Flashback

— ¿Y tu hermano?

— No lo sé — seguí caminando a la puerta

— Ven aquí, Emilio — bufé

Me di vuelta y me acerque a él

— ¿Que?

— Solo voy a preguntar una vez más: ¿Donde está tu hermano?

— No-Lo-Sé — Dije en sílabas — No sé dónde está mi Leo... Además, a penas te das cuenta que no está. ¿Estás seguro que no lo mataste aquel día? ¡Aquel día que llegaste ebrio e intentaste entrar a su habitación! — su mano se estampó en mi mejilla

— ¡Maldita sea, se que sabes donde está! ¡Y TE EXIJO QUE ME DIGAS!

— ¡LO SAQUÉ DE AQUÍ! ¡Lo lleve lejos porque no está seguro aquí! ¡En cualquier momento enloqueces y eres capaz de matarlo! ¡Prefiero que lo hagas conmigo antes que con él! — Vi que quitó su cinturón de su pantalón y lo sentí justo en mi abdomen

— ¡A MI NO ME HABLAS ASÍ!

— ¿O qué? — pregunté apenas — ¿Vas a volver a abusar de mi como hace un año?

Ahora sentí su puño en mi pómulo

— ¡Respetame que soy tu padre!

Comencé a caminar hacia atrás, dirigiéndome a la puerta

— El respeto se gana — susurre y salí rápidamente

Fin de Flashback

Maldita sea y ahora estaba en el baño de la escuela, viendo como chingados salía con el rostro hecho mierda.

No tengo amigas para pedirles maquillaje, aunque no sería la primera vez que llego así a la escuela.

Sentí un nudo en la garganta al imaginar que habría pasado con Leo sino lo sacaba de esa puta casa. Mierda, Gustavo pudo llegar a abusar de él.

Solo tiene 4 años, no merece vivir todo esto.

No me di cuenta que empecé a llorar, ahora solo quiero proteger con mi vida a mi hermanito, pero no tengo empleo, no tengo casa, no puedo protegerlo sin nada de eso.

Bufé viéndome al espejo del baño, que asco.

Abrí el grifo y llené mis manos con agua, la eché en mi rostro — ¡Ah! — Había lastimado mi pómulo, que se estaba poniendo verde.

Me seque con mi camisa y me continúe viendo al espejo.

— ¡Hola, Emilio! — Mierda, inconscientemente voltee a verlo — ¡Santo Dios! ¿Qué te pasó?

— N-Nada, Joaquín, estoy bien. — baje mi vista y me puse la capucha del suéter

— ¿Seguro? — se acercó a mí y revisó mi rostro, carajo, de cerca es aún más bonito

— Si, si estoy seguro...

— ¿Y estás seguro que quieres salir de aquí así?

— La verdad no, pero... Te estaría mintiendo si te digo que no es la primera vez que vengo así — Murmure por lo bajo

Joaquín lleva casi un mes de llegar a hablar conmigo y me ha generado mucha confianza, es muy lindo. No le he contado toda mi historia pero he hablado mucho con él, hemos tenido conversaciones en las que participo, no mucho, pero lo hago.

Cortes | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora