2: El color del dolor.

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El subterráneo había tenido un retraso en su trayecto. La energía había abandonado la ciudad y por seguridad y obviamente el corte de electricidad se detuvo, dejando a todos los pasajeros en la obligación de permanecer dentro del vagón en el que se encontraban.

Itachi estaba pegado a una esquina de las puertas que se encontraban cerradas, el bochorno dentro del metro estaba siendo cada vez más constante y causaba que las personas que viajaban despidieran una capa de sudor.
La espalda del azabache ya tenía algunas gotas resabalándole por debajo de la playera.

Aseguró su coleta con una vuelta más en la liga roja que acomodaba la mayoría de los cabellos lejos del rostro del muchacho.
Se aferró más a la libreta que sostenía entre sus manos, que de pura coincidencia era del mismo color que su liga.
Abrió despacio las hojas, cuidando de que nadie viera su contenido.

Dentro del cuaderno estaban escritas algunas de las canciones que entre el grupo de amigos habían creado con esfuerzo (sobre todo por la parte de encontrar rimas con todo lo que se les ocurría), esta vez, el Uchiha tenía la libreta en su posesión debido a que le correspondía escribir algunos versos dentro del nuevo sencillo que se encontraba en proceso.
En esos momentos su mente no dejaba de darle vueltas a aquel pequeño Sasuke que día y noche taladraba su pobre cabeza desgastada. La única chica de la banda les puso difícil el tema de la canción.

Amor no correspondido.

Era algo como un tema prohibido entre los muchachos, ninguno quería dar a conocer su vida privada.
Con aquel sencillo que había nacido debido a Konan, todos se vieron obligados a expresar sus más profundos y dolorosos sentires.
Para el disgusto de Itachi, el día en el que agregaría sus versos a la canción, el día en el que recordaría nuevamente a su hermano menor y de cómo le había rechazado.
Sin duda su primer amor no correspondido fue cuando tuvo sólo 15 años. Y obviamente fue uno de los que más marcó su vida.
Por el simple hecho de que Uchiha Itachi se había enamorado (y sospechaba que aún tenía esos sentimientos) de su hermano.

Maldecía el día en el que habían acordado entre todos crear la letra de las canciones. Si no hubiera aceptado, la opción estuviera descartada.
Bien dicen que el hubiera no existe, y así era como le pagaban sus desiciones.
Tendría que aportar algo a la canción, y peor aún; abrir las viejas heridas.

¿Qué pondría en la canción?

"¿Me enamoré de mi hermano y me rechazó?"

Que tonterías pasaban a veces por la mente de Itachi. Y eso lo llevaba a que su mirada se fijara en la nada y perdiera el hilo de todo a su alrededor.
Una gran desventaja le daba el pensar en Sasuke.

Repentinamente el metro continúo su viaje, encendiendo el aire acondicionado para refrescar el ambiente que se había convertido bochornoso.


★•★•★


Sasuke y Mikoto veían su programa favorito de cocina, la comida en sus platos casi se acababa y estaban a punto de revelar al ganador del concurso cuando la energía en todo el distrito abandonó los hogares.

Ambos soltaron un quejido y posteriormente una risa de que su expresión había tenido los mismos tonos.

Procedieron a terminar su comida, se oía claramente el tintineo de los cubiertos contra los platos por toda la casa, afuera el sol ya mostraba sus últimos rayos dorados, y en el cielo se difuminaban desde los colores cálidos hasta el frío y oscuro azul de la noche.
La gran puerta corrediza de cristal filtraba la poca luz que llegaba de los últimos instantes de luz. Y ésta misma le daba directamente en la cara a Sasuke, delatando lo que había intentado ocultar desde que llegó a casa.

Pequeño Hermano (Itasasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora