Joobachi Ashuri nunca pensó que alguna vez en su vida cargaría con una consciencia pesada.Hidan había despertado hace unas cuántas horas, y por ello mismo descubrió que había sido su compañero de universidad el mismo quien intento robar en su casa. Al inicio se molestó tanto que volvió a golpear su cabeza con el bate, sacando un poco de sangre de la boca del muchacho que inmediatamente se encargó de limpiar con cuidado y arrepentimiento.
Sus hermanos estaban fuera de la habitación. Sabía qué tan salvajes o adictos a la sangre podrían ser, y mucho más conociendo que Hidan llevaba consigo sustancias olorosas de bajos precios pero aptas como para dejar a alguien desorientado.
—¿Por qué haces esto, Hidan?— le cuestionó la señorita luego de curar un poco su rostro. Sus manos eran cálidas y delicadas en cada movimiento, resguardando que no le hiciera daño ni con el aire.
El mencionado miró fijamente a la chica, dudando demasiado entre decirle o no. Sabía ahora que Ashuri tenía una familia adinerada y un padre y una madre que todavía podían hacer gastos por ella.
Él nunca tuvo nada en las manos. Siempre tuvo que ver la manera de conseguir sobrevivir en el mundo.
Durante sus años en el orfanato ninguna familia se había interesado en adoptarle por el comportamiento que la misma madre superiora describía en los documentos de cada niño.
Él siempre se consideró como la oveja que corre directo a la boca del lobo, y no que huye de el.
Muchos niños en el lugar solían gastarle bromas e insultos constantes por sus características físicas y sus casi nulas capacidades para la escuela que no fueran los ejercicios de habilidad y destreza.
Nunca rehuyó a los insultos, por lo que solía siempre callar la boca de los niños con golpes o mismas palabras hirientes para ellos.Tenía constantes castigos por ello, y la mayoría de esas sanciones eran que las familias o personas que llegaban a interesarse en adoptarlo tuvieran una breve pero decisiva sesión de las quejas que los niños ponían en su contra.
Vió muchas veces como cada niño que conocía de su edad era llevado mes con mes y año por año tras las puertas del jardín, tomados ya de las manos de sus nuevos padres.
Por ello, escapó del lugar a los dieciséis años, harto y desilusionado de toda aquella situación. Primeramente, saqueó sus propios documentos para hacerse valer en nombre y procedencia, aunque era muy desconocida.
Con su acta natal descubrió los nombres de su padres, las huellas y edades de cuando le tuvieron.
Murakami Emi y Takaheshi Kūmo eran sus padres.
La información que buscó sobre ellos le ayudaron a olvidar rápidamente su origen. Sus progenitores no estaban casados cuando él nació, y solamente se trataban de jóvenes adultos que cometieron un error en protegerse, concibiendo un hijo no deseado.
A pesar de que las huellas digitales podían ser rastreadas, el costo para hacerlo era demasiado alto para un niño que no tenía siquiera un lugar donde dormir cada noche y que mendigaba por comida en las calles por las que pasaba.
Con aquellos documentos pudo ingresar a un nivel de preparatoria y recibir apoyo en las instalaciones por su situación actual.
Fue rechazado de varias opciones porque quisieron llevarle nuevamente a un sitio de adopción; otros necesitaban que hubiera mínimo un tutor legal, y otros simplemente no podían ayudarle porque su desempeño académico no era el más óptimo como para ofrecerle una beca de la cual sustentarse.No tuvo mucha suerte en aquella época, hasta que por un acto que consideraba casi milagroso, un amable director de la preparatoria cercana al distrito de Konoha, aceptó su ingreso sin un tutor legal.
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Pequeño Hermano (Itasasu)
Fiksi PenggemarGran parte en la existencia de Itachi, amó a su hermano menor. Por otra parte, Sasuke admiraba a su hermano, lo quería; era su ejemplo. Siempre vivió a su sombra e iba en la búsqueda para experimentar la superación y convertirse una vez, en la jacta...