"Aracnofobia" {Minsung} ²

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Jisung abrió la puerta de su cuarto y se sentó pesadamente en su cama, soltando un largo suspiro. RyuJin y Chan se habían ido recién, por lo que Jisung quedaba a cargo de Minho. Y no es que le molestara, si no que no sabía cómo actuar, porque, antes de que Lee se desmayara, habían discutido de temas pasados como si fueran recientes. Parecían recientes. Porque ninguno lograba sanar esa herida que tenian desde hace dos años, ya que Jisung se negaba a escuchar la explicación del peli-naranja.

-!¡AHHHHH!¡

Ese grito junto con un fuerte golpe fue lo que hizo a Jisung sobresaltarse y correr hasta la habitación del mayor. Minho yacía sentado en el suelo, con la respiración agitada y cara de horror. Frente a Minho, se encontraba su tarántula negra, acercándose al mayor; ¿Cómo había llegado ahí? Si el la había dejado en su caja. Han se apresuró a tomar entre sus manos a la tarántula y la llevó a su cuarto, ¿Qué manía tenía esa araña con Minho?. Cerró la puerta y volvió a la habitación del mayor. Lo observó con más detalle, estaba sudando, al parecer, se había tapado.

-Minho... ven, vuelve a la cama -Lo tomó del brazo e hizo que se sentara en la cama- Cambiate de ropa y duerme.

Minho asintió y se dirigió hacia su armario, Jisung se le quedó mirando unos segundos y luego salió del cuarto, dejando que el mayor se cambiara tranquilo. Fue hasta los cajones de la cocina y sacó el termómetro, después de unos paños de agua fria, quizá le haya bajado la temperatura. Cuando entró nuevamente al cuarto de Minho, lo vio arropandose con una sábana y una cobija.

-¿Qué haces? -Lee lo miró, dejando de hacer lo que estaba haciendo- No te tapes, te hará mal -Se acercó a la cama y le quitó la tapa al aparato, para luego meterlo en la boca de su Hyung-

Minho comenzaba a sentirse débil nuevamente, por lo que, el brazo con el que estaba recargado en la cama, se tambaleo, haciendo necesario que Minho se sentara. Cuando el termómetro sonó, Jisung lo tomó y vio que sólo le había bajado un poco, ahora tenía 38°. Suspiró y se levantó, fue a dejar el aparato en donde estaba y luego se recargó en el marco de la puerta de Minho, viendo como este no siquiera se había movido.

-Vamos, acuestate -Caminó hasta el y lo empujó levemente, haciendo que se recostara. En un intento del mayor para taparse, Jisung tiró la cobija al suelo- Te dije que no te tapes, te hará mal nuevamente.

-No pienso dormir sin taparme -Hizo el amague de levantarse, pero Jisung volvió a empujarlo para que se acostara. No era muy difícil ganarle en fuerza, Minho estaba débil- Anda, a ti seguro te da igual lo que me pase. Deja de hacer que te importo y dame la puta cobija.

Jisung se sintió herido por esas palabras, ¿Pensaba que no le importaba? ¡Pero claro que si!. Minho no tenía idea de cómo lo estaba pasando el menor, y menos ahora con esas palabras que dijo, las cuales dolieron más que una acuchillada por la espalda.

-No. -Espetó- Si te pasa algo RyuJin~

-Ya ves, lo haces para salvarte el pellejo de RyuJin -Desepcionado- Vete, Jisung.

Minho se levantó como pudo y tomó la cobija que estaba en el suelo, pero antes de poder acostarse y taparse, Jisung volvió a tomar la cobija y la volvió a tirar al suelo. Minho frunció el ceño, para luego cambiar su sentimiento de enojo por uno de nerviosismo; Jisung lo había tirado a la cama y se había acostado junto a el, como hacían antes. Minho no sabía cómo reaccionar, luego se decidió, mandó todos sus pensamientos a la mierda y atrajo el cuerpo del menor hacia el suyo. Han se acurrucó entre los fuertes brazos del peli-naranja, olvidando por ese instante el rumor que los había hecho pedazos junto a su relación. Ambos dejaron de lado eso que pasó hace dos años para darse el amor que no habían recibido de nadie en tanto tiempo; se sentían completos, felices. Jisung pasaba su mano por los anaranjados cabellos de Minho, sonriendo al sentir la calma respiración de este en su cuello. Minho lo sostenía con posesión por la cintura, temiendo que Jisung se alejara de el -nuevamente- mientras dormía; pero Jisung no tenía planeado alejarse ni un centímetro de el, lo estaba disfrutando. Y, aunque no quisiera, Jisung se vio obligado a cerrar los ojos y dormir, el sueño lo estaba matando.

Y por primera vez en mucho tiempo, Minho durmió sin su cobija.

06112020