Capitulo 7

334 48 13
                                    


Después de estar casi todo el medio día tratando de arreglar el desastre que el ex mafioso había causado, Chuuya estaba realmente exhausto, más de lo que debería, se acaba de levantar hace unas dos o tres horas y ya estaba igual de cansado que en los días de trabajo. "Tal vez...la resaca" pensó.

Mientras tanto, el castaño estaba sorprendentemente vivido, tal vez fue porque no había hecho nada, la mayoría del tiempo se la había pasado viendo al ojiazul, claro, sin que este lo notara. Simplemente no podía evitarlo, todo iba bien hasta que Chuuya decidió atarse el cabello de forma que este no le acalorara, ni le estorbara en ese momento.; lo que no sabía era que Dazai había quedado embobado con su acto. Pudo observar con más claridad su cuello, y había recorrido todos los detalles que se podían ver en este, desde el tono de piel, la textura que probablemente tendría, hasta empezar a buscar venas que, para su desgracia, no pudo encontrar con toda la distancia a la que se encontraba de este.

Con todo esto en mente, se podría decir que Chuuya había hecho prácticamente todo el trabajo, como siempre. A causa de esto, se dejó caer como una plancha en el sofá, no quería ni moverse; pero el castaño tenía otros planes.

-Chuuya~ Ya que es tu día libre, deberíamos salir un poco, no crees? -canturreo Dazai mientras se acercaba al sofá donde se encontraba.

-Primero- dijo Chuuya con un tono de voz cansado. Sacando fuerzas de donde no las tenía, giró su cabeza para poder ver al detective. -Se supone que es mi día libre, ¿no? Así que, si yo no quiero salir, no saldré-.

Dazai bufó ante la respuesta del más bajo.

-Segundo, hoy NO es tu día libre ¿no deberías trabajar? - le pregunto el pelinaranja haciendo especial énfasis en el "no". El más alto solo respondió con una pequeña risa antes de hablar.

-Supongo que tendré que tomarme el día libre ¿no crees? Ya que Chuuya hasta me compro mi comida favorita, me gustaría pasar el día con él cómo agradecimiento-.

-¿El desayuno no serviría como agradecimiento? – le respondió fingiendo una mirada de fastidio, si bien no se podía engañar a sí mismo con este acto, podría por lo menos tratar de no levantar supersticiones en el de ojos marrones.

-No, eso era solo una parte del agradecimiento- le dijo regalándole una sonrisa

Chuuya solo rodó sus ojos mientras volvía a esconder su rostro en el sofá.

-Llamaré a la agencia para avisarles que me tomaré el resto de día libre, y si quieres podemos salir a algún lado- dicho esto, se levantó, y se alejó del pelinaranja.

"Salir a algún lado? Como en una cita..." pensó el mafioso, pero rápidamente alejó ese pensamiento de su mente, no se ilusionaria por algo tan simple.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

En la agencia había un silencio casi sepulcral, demasiado incómodo, a decir verdad.

Kenji, Tanizaki y Kyouka estaban resolviendo un caso, así que estaban fuera. Atsushi y Kunikida estaban en la oficina, cada uno en sus deberes. El presidente había desaparecido desde la mañana, con la excusa de que tenía algo importante que tratar. Y el detective estrella de la agencia, Ranpo, hacia lo usual, comer golosinas; que era el único sonido que se escuchaba además de las teclas del ordenador y los papeles moviéndose por la brisa que entraba por la ventana. Nadie lo admitiría, jamás, pero ese día se sentía el vacío de Dazai más de lo normal.

De repente entró un viento lo suficientemente fuerte como para mandar a volar todo el papeleo que Atsushi había organizado con tanta dedicación; ante esto, el albino solo se incorporó después de un cansado suspiro y se dispuso a recoger su trabajo, ahora arruinado.

No me sueltes ~~~~(bsd, Soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora