ENTRE DOS MUNDOS (L y Tu)

Esposado

Han pasado cuatro días desde que L y Light se mantienen juntos gracias a las esposas, durante este tiempo han traído la ropa del castaño y sus artículos de higiene personal ya que ha comenzado a vivir con nosotros provocando que mi privacidad con el azabache se volviera casi nula.

Ahora me dirigía al comedor y al llegar me encontré con el azabache esperándome para desayunar y Light sentado junto a él, como ya era costumbre ambos saludaron y yo correspondí, luego tomé asiento en frente de ellos y dimos las gracias para comenzar a desayunar, ahora está era nuestra rutina.

—Kaori, creo que te debo una disculpa— mencionó el castaño llamando así mi atención y la del azabache —sé que no me he comportado de la mejor manera contigo y que te he hecho pasar por cosas terribles— Light me miró —en verdad me arrepiento profundamente por lo que te he hecho, nunca debí propasarme contigo y tocarte de esa manera. Sinceramente no recuerdo por qué lo hice, puede deberse a que tal vez llegaste a gustarme y no me sorprendería ya que eres inteligente y muy bonita— confesó con una sonrisa —¿podrías perdonarme?—

Que Light decidiera disculparse conmigo por eso me sorprendió bastante a decir verdad, sonreí al ver lo bueno que era y asentí. Definitivamente me gustaba más este Light que el anterior, al menos este no trataba de asesinarme

—Ah, Ryuzaki, a ti también te debo una disculpa— mencionó el castaño y L lo miró —en ese momento no sabía que Kaori era tu novia, lo siento—

—Descuida— contestó con simpleza el azabache y le dio otro sorbo a su taza de café

Después de esa curiosa conversación continuamos desayunando en silencio y luego cada uno regresó a su habitación para arreglarse y terminar de preparar sus cosas para que cuando los oficiales llegaran pudiéramos comenzar a trabajar. Obviamente L y Light compartían habitaciones y ahora me preguntaba ¿cómo le hacían para ir al baño, ducharse y dormir si estaban esposados? Creo que ese es uno de los grandes motivos por los cuales los shipeaban

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Ya han pasado algunas horas y ya había terminado el poco trabajo que tenía. Miré el reloj en mi muñeca y apenas eran las once de la mañana así que solo faltaba una hora para el almuerzo así que saqué mi teléfono y le envié un mensaje a Watari para ver si ya había comenzado a hacer el almuerzo a lo que el mayor me dio una respuesta negativa, por lo cual me ofrecí a hacerlo y así dejaría que Watari terminara tranquilamente con sus pendientes.

Sin más que pensar, me puse de pie de mi asiento y me dirigí a la cocina, al llegar me puse el delantal y comencé a seleccionar lavar los ingredientes que utilizaría.
Poco tiempo más tarde, escuché pasos acercarse y el sonido de las esposas de metal chocar contra sí misma

—Ryuzaki, sé que necesitas consumir azúcar regularmente, pero ¿por qué no comes los dulces que quedan en tu carrito?— preguntó el castaño mientras era arrastrado por L a la cocina

—Allí no está el dulce que quiero— se justificó el azabache

Finalmente ambos entraron a la cocina y L se dirigió directamente hacia el refrigerador y parecía buscar algo con la mirada, aunque al final, por la mueca en su rostro parecía no haber encontrado lo que buscaba. Mientras tanto, Light habló brevemente conmigo y se sorprendió al notar que sabía cocinar.

Lentamente fui siguiéndole la conversación al castaño ya que la mayoría de mi atención la tenía L.
El joven detective soltó una pesado suspiro y tomó una tartaleta de frutos rojos del refrigerador y luego lo cerró, se notaba que no era lo que quería pero al menos le serviría para sustituirlo