Enamorada del Líder de la Mafia [COMPLETA]

ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟟

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Cuando me desperté no recordaba lo que había echo; la mano me dolía pero cuando la veo tenia un poco de sangre. Me levanté algo confundido que cuando abrí la puerta me encontré con mi padre.

-Que paso? -me seguía doliendo la cabeza.

-Que mierda hiciste ayer? -él siempre estaba serio conmigo.

-De que hablas -seguía sin entender nada.

-La golpeaste, bebiste y casi cometes otro crimen -me dijo enojado.

-Yo nunca la golpee -le dije lo que recordaba.

-No? -cuando el estaba enojado a veces hablaba con sarcasmo -ven -me agarró del brazo y nos dirigimos al cuarto de la chica.

Nos acercamos sin hacer mucho ruido y pude ver que Rebecca la estaba curando mientras que la chica por veces se quejaba, luego nos fuimos a su oficina.

-También me entere que metiste a la chica del avión -suspiro -nos van a descubrir si no te controlas -nos sentamos en el sillón de cuero que mi padre tenia en su oficina.

-Esta bien -estaba tranquilo por que además ya se me había pasado el dolor de cabeza.

-Mas te vale -se levantó a arreglar unos papeles -te puedes ir -señaló la puerta con su mirada.

-Ok -salí sin decir nada mas.

Me fui a mi habitación a bañarme y cuando termine me cambie por algo no tan formal, bajé a desayunar encontrándome con Rebecca en la cocina.

-Te pasas Alexandro -me miro seria.

-Yo que hice? -al parecer hoy todos están en contra de mi.

-Casi la matas y todavía preguntas -sirvió comida en dos platos.

-De que mierda hablas -ya me estaba enojando.

-Controla tus enojos y tus celos Alexandro -dejo lo que estaba haciendo para mirarme otra vez -en que estabas pensando? -pude notar en sus ojos que estaba decepcionada.

-Yo no siento amor aunque muera -igual me puse serio -y es mi forma de desquitar todo el coraje que tengo dentro -levanté los hombros.

-Nadie te habla amor por que sos una mierda de persona -agarró los platos para después irse; dejándome solo en la cocina.

-Mierda -avente un vaso directo a la pared; provocando que se rompiera en mil pedazos.

Me fui enojado a la habitación de la chica; cuando abrí la puerta vi que estaban hablando pero cuando me vieron su expresión cambio de inmediato.

-Vete -mire serio a Rebecca.

-No -se puso enfrente de la chica.

-No lo vuelvo a repetir -el enojo me estaba comiendo.