Enamorada del Líder de la Mafia [COMPLETA]

ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟛

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—Eso preocupa sabes —Erick se sentó —por que no nos llevamos bien con los Narcotraficantes —suspiro enojado.

—Tú no te preocupes de ello... —me interrumpieron por que entró un guardia a mi oficina.

—Vengan —nosotros sin entender los seguimos; a mi me extraño un poco que nos había llevado a la habitación de Natalia.

Yo rápido me le acerque por que vi que estaba acostada en la cama, estaba pálida y no mostraba señales de vida.

—Natalia —busque si tenía pulso; pero no encontré nada.

—Hay que llevarla a un hospital —Erick me miraba preocupado.

—Estas loco —lo mire.

—Es peor aquello que te comente —la señaló rápido.

Sin pensarlo dos veces la agarré entre mis brazos, salí de la casa y me ayudaron a abrir la puerta. Cuando ya habíamos llegado al hospital; yo la llevaba nuevamente en mis brazos.

—Una camilla —dos enfermeras se me acercaron.

Luego que puse a Natalia en la camilla se la llevaron y una enfermera se quedo conmigo.

—No puede pasar así que tome asiento por favor —señaló a donde había varias sillas.

Mientras me fui a sentar me puse a pensar; que no puedo hacer nada bueno, lo de mi madre y ahora tengo que cargar un peso más con Natalia. Lo único que espero es que este bien; por que no quiero que nada malo le pase... Espera... ¿Estoy preocupado por ella? ¿Porque me siento así?. Justo a tiempo se me acerco un doctor.

—Usted es el novio de la joven Natalia? —me preguntó.

—Si —mentí —cómo esta ella? —ahora yo le pregunté.

—Ella ya esta fuera de peligro, le hicimos lavado de estómago por que tomó muchos medicamentos. Solamente —me señaló la puerta indicandome que puedo entrar a verla.

Natalia's Pov

Cuando recupere el conocimiento vi que estaba en un cuarto de hospital; al segundo veo que Alex entra a la habitación. Entró enojado y se me acerco.

—Qué mierda pasa por tu mente? —me preguntó cuando se me acercó.

—No aguantaba el dolor —fue lo primero que dije; ya que estaba nerviosa.

Él me iba a responder por que además sentía que me iba a golpear. Pero una enfermera entró a la habitación.

—Perdón, me equivoque de habitación —cerró la puerta nuevamente.

—Al llegar a la casa vas a ver —miro a otro lado enojado.

—Osea que tu arreglas las cosas pegándole a los además, te desquitas conmigo, yo no pedí venir y menos conocerte —yo igual mire a otro lado enojada y no pude evitar soltar una lágrima.

—Natalia —me volteo a ver pero yo lo interrumpi.

—No me hables ni mierda —igual lo mire —por tú culpa estoy así —se señaló los moretones —un día de estos me vas a matar y te lo voy a agradecer —me seque mis mejillas.

—Permiso —entró el doctor —vengo a ver si todo esta bien —me empezó a revisar —ya te puedes ir —me entregó una hoja y se fue de la habitación.

Yo me levanté como pude y vi de reojo que Alex solo me miraba serio; salimos de la habitación, él pagó todo y nos fuimos al estacionamiento. En el camino a la mansión ninguno de los dos dijo algo; ya habíamos llegado y estaba por bajarme pero el cerró la puerta con llave.

—Abre la puerta —le dije sin verlo.

—Tenemos que hablar —agarró mi brazo.

—No hay nada de que hablar —me solté de su agarre —siempre te desquitas conmigo cuando estas cabreado, yo no quise venir porque estaba averiguando algo y tú lo arruinaste todo —mire para enfrente.

—Averiguando qué? —me preguntó.

—Sobre mi padre —suspire —abre por favor —trataba de no romper en llanto.

—Mira —agarré su mentón para que me viera —si él se alejo de ti tuvo que ver una razón —me miro fijamente a los ojos.

—Yo quiero saber esa razón —suavemente se alejó de mi agarré.

—Por él tomaste esas pastillas? —me atreví de preguntarle.

—Por una parte si y no —bajé mi mirada.

—Entremos a hablar —quite el seguro para bajarnos dem auto.

Nos adentramos a la casa para irnos directamente a la oficina de Alex; siendo sincera cuando estot sola con el me dan nervios.

—Sientate —me señaló un sofá y yo le hice caso.

—De que quieres hablar —no pude evitar estar nerviosa.

—En primer lugar tranquilizate —se sdntó frente a mi —toma —me entregó una bebida.

—No tomo —deje el vaso en una mesa que estaba a un lado nuestro.

—Cómo quieras —él se sentó mejor frente a mi —ven —él igual dejó el vaso.

(...)

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