30 Day OTP Challenge ~ (Showho) [COMPLETADO]

Dia 19: San Valentín

Capítulo dedicado al squaf que terminó con sus finales y a Agus, quien hoy cumple años.

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"Nos iremos de viaje unos días con Kihyunnie. Cuida a Hyunwoo hyung por nosotros, no le gusta estar solo. Te quiero ;)"

Había pasado una semana desde que Hoseok había recibido ese inesperado y último mensaje de su amigo rubio. El pedido lo tomó un poco por sorpresa, pensando en que Minhyuk había dejado ese mal hábito de desaparecer sin ninguna explicación luego de haber adoptado a los dos híbridos y heredado la florería de su abuela, un grave error de su parte ya que nada podría detener el espíritu libre de Lee Minhyuk, mucho menos desde que había encontrado a un tierno híbrido de hámster con alma de trotamundos para acompañarlo en sus andanzas.

Hoseok había debatido en su mente la idea de mensajear al menor para -al menos- preguntar sobre la duración de su travesía romántica con su actual pareja, pero optó por no hacerlo, sabiendo que el otro no respondería hasta que volviese a la ciudad (otra mala costumbre que el pelinegro detestaba, recordando los viejos días de la universidad). El pelinegro quería enojarse por desaparecer en plena víspera al día de San Valentín, una fecha que significaba el doble del trabajo para los floristas, y dejar a Hyunwoo con toda la carga del negocio, pero era incapaz, más cuando amanecía en una cama de dos plazas abrazando la cintura del híbrido de panda rojo, su pareja desde hacía un par de meses.

Si alguien le hubiese preguntado hace seis meses a Hoseok si se imaginaba un futuro con alguien, su respuesta hubiese sido una carcajada y, luego, un rotundo no. Pero ahora que su corazón había sentido la cálida sensación de estar enamorado de alguien tan especial como el moreno, no era capaz de imaginar una vida sin él.

Y es que todo acerca de Hyunwoo lo mantiene cautivado; desde la forma en la que sus ojos se abren de par en par y sus labios se estiran cuando se concentra en los arreglos florales de sus clientes hasta las tímidas sonrisas que se asomaban por su rostro cada vez que el pelinegro le regalaba algo o le hacía algún cumplido. Tras conocer esa faceta tan transparente y cálida del moreno, no podía evitar preguntarse cómo es que las anteriores parejas del híbrido fueron capaces de abandonarlo como si no fuese más que un trapo sucio. Para Hoseok, esos idiotas habían cometido el error más grande de sus vidas y estaba comprometido a nunca ser como uno de ellos, haciéndole atesorar cada mirada, cada risa, cada chiste de abuelo de Hyunwoo. Y eso es lo que había llevado a Hoseok a planear la mejor cita de San Valentín con el moreno, pero nunca pensó que sus planes se verían interrumpidos por algo tan banal como el trabajo.

Verán, Hoseok tenía toda la velada preparada; saldría de su trabajo a eso de las 5 de la tarde lo que le daría tiempo para pasar a recoger el regalo que había encargado, regresar a su departamento, asearse y pasar a buscar al híbrido para llevarlo a uno de los restaurantes más exclusivos del distrito de Gangnam. Pero, para mala suerte del pelinegro, el universo se encargaría de demostrar la insignificancia de sus planes frente al trajín de la vida misma. ¿Qué podría haber pasado? Se estarán preguntando, a lo que Hoseok contestaría ¿Qué fue lo que NO le pasó? Para empezar, el día que había empezado con un mañanero y un desayuno preparado por Hyunwoo comenzó a irse en picada apenas asentó un pie fuera del departamento, llegando a la empresa 15 minutos tarde por demoras del subte y con el traje defecado por una paloma. Y las cosas no terminaron ahí. Cuando llegó a la empresa, se encontró ante una crisis por culpa de algún inepto interno que había borrado los documentos del proyecto que el departamento de Hoseok iba a presentar EL DIA DE MAÑANA, teniéndolo a él y a su equipo ocupados hasta las 8 de la noche con sus traseros pegados a la computadora. "¿Este día podría ser peor?" se preguntó el pelinegro en algún momento de la tarde, y si hay algo que Hoseok ya tendría que haber aprendido para ese momento es que cada vez que uno hace esa pregunta, el universo se lo toma como un desafío a superar. Y así el día se puso peor, porque aparentemente, antes de irse, su asistente le confesó que había olvidado reservar el restaurante, pagar la seña del regalo y encargar el ramo de tulipanes que le había pedido HACÍA TRES SEMANAS. Definitivamente, hoy no era su día.