Una Estrella Fugaz (Mabill) (+18)

Capítulo 5

Mabel.

Yo no sabía que decir, la propuesta era buena, más porque no quería llegar a la cabaña, necesitaba irme de ahí, pero, por otro lado, el es un demonio ¿Podríamos vivir en paz? ¿Estaría segura?... No lo sé, solo me quedarían dos opciones, arriesgarme o acobardarme...

-Está bien, pero... Quiero probar primero unos días, no estoy muy segura aún...

-Claro que si, mi linda estrella, te esperaré el tiempo que sea necesario ❤️

Bill

Terminamos la cena y pasamos a retirarnos a nuestras habitaciones, no podía creer la respuesta de mi hermosa niña, no pensé que aceptara tan rápido, sin embargo, me hace muy feliz que estemos viviendo bajo el mismo techo, quiero que ella sea alegre, que juegue y me muestre más como es...

Besé mi almohada pensando que sería mi dulce estrella fugaz... Esta vez, no la dejaré escapar...  Solo espero que no se de cuenta que... -Tocan la puerta-

-Señor Bill...

-¿Qué necesitan?

-Lo que pasa señor, es que tengo noticias de Gravity Falls...

-Pasa...

-Él está buscando a su hermana de nuevo, se está volviendo totalmente loco... Al parecer salió al pueblo con un arma, fue a por Gideon, cree que tiene secuestrada a su gemela, y Gideon piensa que su hermano la tiene encerrada...

-Gracias... No le comentes a Mabel nada de eso, no necesita estresarse...

Mabel

Pasaron cinco días desde que me fui a vivir con Bill, todo ha sido tan genial y divertido, me cuida mucho, pero, me preguntó si Dipper aún no me ha buscado y sigue con Pacífica... Es muy posible, ya que al fin y al cabo, el pensaba que estaba muerta, que hubiera desaparecido, no cambia nada a los últimos años...

-Buenos días señorita Mabel, el señor pregunta que le gustaría desayunar el día de hoy.

-Buen día... Dígale que lo que sea está bien para mí, bajo en unos minutos!

Me cambié a un vestido casual color azul con negro, y unas botas con tacón... Unos minutos más tarde, baje al comedor donde Bill me esperaba atento a mi bajada con una sonrisa tierna.

-Buenos días mi linda estrella fugaz, ¿Qué tal descansaste?

-Buenos días... Bien gracias, estuvo muy tranquila la noche, ¿Qué tal tú?.

-Me alegra muchísimo linda, la mía, estuvo igual tranquila, no había ruido en absoluto. ¿Quieres hacer algo en particular hoy?

-Me gustaría ir al pueblo a comprar algunas cosas

-Creo que estaría bien, ¿quieres que te acompañe?

-Tranquilo, no hay necesidad, si pasa algo, me pondré en contacto contigo je,je.  

Salí del castillo cubriéndome con una capa color negro, no quería llamar mucho la atención, es por eso que también le pedí que no me acompañara, lo mejor era mantenerse desapercibido...

Para mi suerte, cuando llegué al pueblo, estaba casi solo, aunque... algo no cuadraba... Se que el lugar era silencioso, pero... no tanto, no había ni una sola persona a la vista, varios locales estaban cerrados, y la mayoría de las ventanas permanecían cerradas... 

-¿Qué pasó aquí?... -susurré- Es como si hubiera guerra o el fin... 

Seguí caminando con cuidado de no hacer ruido alguno, por suerte entré un lugar de ropa, lo malo es que parecía abandonado, la luz estaba parpadeando... calculo que pasaron mínimo dos días desde que dejaron este lugar, así que busqué unas prendas, deje el dinero en la caja -La cual estaba casi llena, lo que me dio a pensar que no fueron ladrones- y me fui del lugar por la puerta de emergencia... 

Mientras más recorría entre las casas, más me daban nervios... Opté por irle a preguntar a Gideon que sucedía, así que caminé a su casa, estaba como a dos cuadras de donde estaba situada... Cuando llegué a la calle donde vivía rece para que no fuera verdad... Toda la calle llena de cintas que decían "no pasar" "peligro" ... Sentí un golpe muy fuerte en el pecho, y al final pasé por debajo de las señales... Entonces corrí en dirección a su casa...  

Tenía el corazón en mano, mi respiración se volvió entrecortada y mis ojos llorosos... La casa de Gideon estaba llena de cintas amarillas y rojas, la puerta blanca ahora estaba en un carmesí profundo y seco. Desesperada rompí las cintas para adentrarme al lugar, el aroma era repugnante, tenía en el aire la sensación de sangre, vómito, gas y lágrimas, las paredes salpicadas de balas con ese carmesí nuevamente... La luz rota... Era un desastre...

Escuché un ruido en la segunda planta.

-¿G-Gideon...?-susurré-

-¿Mabel...?

Esa no era la voz de Gideon... Esa voz es muy conocida... No puedo creer que sea el...

-¡MABEL! ¡SE QUE ERES TÚ! ¡¿POR QUÉ NO RESPONDES?! JAJAJA

No puede ser, se volvió loco, no, no, no, Dipper, ¿qué haz hecho?

-¡¡Dipper!!-Grité desde la sala de Gideon- ¡¿qué demonios hiciste?!

-¿que qué hice?... JA,JA,JA ¿¡es una broma?! ¡¡Te busqué por todo el pueblo!! ¡Mejor dime ¿Dónde mierda te metiste?! ¡Mira lo que me hiciste hacer Mabel!

-¿así que me culpas a mi por volverte un psicópata? ¡Dipper, madura!

No me dí cuenta cuando pasó, cuando reaccioné, Dipper estaba frente a mi, sujetándome del cuello y viéndome con sus ojos llorosos.

-Me volví loco, no te encontraba... Cerraron el pueblo entero, nadie podía entrar o salir...

-D-Dipper... Me lastimas...

-No más de lo que me lastimaste a mi...

Al final me soltó un poco para abrazarme, estaba muerta de miedo, nunca lo había visto así... ¿qué pasó en ese lapso de tiempo en que no estuve?