El grupo se reunió nuevamente, la mañana siguiente, con los siete grandes reyes.
— Cuatro pruebas han pasado mis pequeños — el tono del rey que se veía más imponente sonaba paternal y amistoso, han logrado una gran hazaña — sin embargo tres más les aguardan para tener nuestra lealtad: obtengan el orbe de Nivek, prueben su valía de equipo en la lucha y traigan la cabeza de un gran traidor.
Los muchachos se vieron desconcertados, al parecer aquellas pruebas podrían hacerlas en equipo.
— ¿Son tres pruebas o solo es una la que mencionas, o gran dragón?— conocedor del protocolo para con los dragones, Semth se dirigía respetuosamente al gran rey.
— Son tres pruebas joven elfo, mas solo de una yo les daré los detalles — el anciano dragón tomo aire y continuo hablando — Yo soy Otam Ilery, el padre y el anciano, mía es la sabiduría de mi pueblo y mía es la sangre del gran Nivek, el gran drakoniano, de quien se dice era mitad dragón y mitad elfo; escuchen pues mi canto.
En la cima de la montaña de la madre tierra
Existe un lugar donde no llegó la guerra:
Donde la paz reina eternamente
Y donde fluye el viento constantemente.
Allí esta resguardado,
Por un guardián casi olvidado,
De Nivek el orbe poderoso
Que otorgará al retador honroso
El poder para portar el símbolo atrapado
En la espada que sirvió en un pasado
A un elfo que por el odio consumado
Desvirtuó el regalo que le fue dado.
— ¡El orbe que convertirá a Felipe en el portador de la luz! — Nathy exclamó emocionada —¡Súper!
— Admiro tu emoción joven hada — Otam Ilery interrumpió el pequeño festejo que Nathy organizaba obviando toda regla de protocolo — más las cosas pueden ser un poco más complicadas de lo que parecen.
— Explícate — La voz de Felipe, un tanto insolente, rompió el silencio que se había creado.
— No seas impulsivo medio linaje — el dragón vio con cierta molestia a Felipe—Si bien está escrito que puedes ser tu el portador, también está escrito que tu oponente puede ser la portadora.
— Solo posibilidades — refunfuñó Felipe — si bien los humanos nunca tuvimos grandes poderes o magia, siempre demostramos cambiar las posibilidades a nuestro favor en cada ocasión que se nos presentaba.
— ¡No vuelvas a cortar mi discurso medio linaje! — Rugió Otam Ilery y déjame continuar mi canto.
El noble sendero de senderos verás,
Un valor, una virtud escogerás,
Vive la virtud, o quizá el valor
Con fuerza, con tu honor.
El guardián del orbe una cosa es
Aunque es muchas a la vez
Sigue, sin embargo, caminando
Tu viaje, tu destino alcanzado,
Pues si la virtud correcta has hallado
El guardián entregará lo que has buscado.
Sin dejar que lo interrumpan nuevamente, el dragón chasqueó las uñas de sus garras, transportando al grupo entero hasta el pie del monte, asombrados vieron como ocho grandes puertas abiertas revelaban, cada una, un sendero que parecía llegar hasta la cima misma del monte, sobre cada puerta, exquisitamente labrada con caracteres propios de la lengua de los dragones se podía leer una virtud que identificaba el camino: la recta comprensión, el recto pensamiento, las rectas palabras, la recta acción, los rectos medios de vida, el recto esfuerzo, la recta atención, la recta concentración.
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Nathalie y los Portadores de los Elementos
FantasíaLa vida de Nathalie, una muchacha que asegura tener como amigo a un silfo, conoce auqella mañana a Felipe, un nuevo vecino que comparte importantes momentos con ella Tras un trágico suceso, Nathy descubrirá que puede vivir una serie de aventuras que...