Amenaza Sutil

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  No sé exactamente lo que pasó cuando Vlad subió a su cuarto y Velkan fue tras él, pero a partir de ese momento, el conde comenzó a comportarse de forma diferente. No solo cumplió con el trato que hicimos de comer juntos, sino que hasta él me lo recordaba a veces cuando yo lo olvidaba. También noté que él está cada día más apegado a mí. Me presta más atención e incluso dejó de enojarse cuando entro a su despacho sin permiso. A reducido sus caminatas nocturnas a solo una vez por semana, en vez de todos los días. Y se a mostrado tolerante al tener a Sam casi todos los días en su castillo. Sin mencionar que su apetito sexual es cada vez mayor conforme pasa el tiempo, y aunque no me quejo, a veces pasan días que no salimos del dormitorio. Hoy por ejemplo, Vlad y yo llevamos cuatro días enteros en la habitación teniendo sexo. 

_ Vlad... _ dije divertido boca arriba sobre la cama de mi habitación con Vlad sobre mí cuerpo desnudo. _ ¿es que no se cansa nunca? _ dije con una sonrisa a la vez que veía como formaba una sonrisa ladina, antes de mirarme a los ojos y hablar con voz seductora. 

_  No puedo evitarlo. Tú me pones duro. _ dijo a la vez que se inclinaba más hacia mí. _ Todo el tiempo. _ terminó para luego fundir sus labios con los míos, de forma lenta y demandante, haciendo que una vez más me dejara llevar, permitiendo que recorriera mi cuerpo con sus grandes manos hasta llegar a una de mis piernas y llevarla alrededor de su cintura para comenzar otra deliciosa ronda, o así hubiera sido de no ser porque Velkan usó una llave maestra y entró al cuarto, provocando que me avergonzara tanto, que empujé a Vlad al otro lado de la cama y me cubrí con las sabanas completamente sonrojado, mientras el mayor, de pie frente a la cama, se cruzaba de brazos con el ceño fruncido, mirando mal al conde. 

_ ¿Tiene alguna idea de que hora es? _ dijo el hombre con el ceño fruncido en molestia dirigido a un Vlad, -el cual no parecía molestarle estar desnudo frente al otro- quien rodó los ojos irritado. 

_ ¿Y tú te das cuenta que me estás interrumpiendo? _ contraatacó dándole una mirada fulminante, que quizás, en otras circunstancias, hubiera hecho temblar al hombre, pero este parecía demasiado enojado como para albergar otro sentimiento que no sea ese. 

_ Ha estado encerrado con el joven Daniel CUATRO días. A descuidado sus negocios en el extranjero y a ignorado la invitación a comer del emperador en dos oportunidades, así como la cena con su esposa Bárbara. Tampoco a recaudado el dinero de los negocios en los que ha invertido, y como si fuera poco, no se ha ocupado de inscribir al joven amo en una escuela privada. Le recuerdo, señor, que aún debe mantener la fachada de tío-sobrino que creó o habrá personas que comenzarán a hacer preguntas. _ dijo con tono serio, notando al poco tiempo que Vlad estaba comenzando a besar mi cuello, haciendo que riera por las cosquillas que me estaba provocando. _ ¡¿Si quiera me está escuchando?! _ expresó molesto, haciendo que ambos nos sobresaltaramos y lo miraramos asintiendiendo. _ En ese caso, le sugiero que baje y comience a hacer su trabajo. _ ordenó haciendo que Vlad lo mirara desconcertado, pero aún así obedeció. Se bajó de la cama recogiendo su ropa del suelo. Se vistió y salió del cuarto, no sin antes burlarse de Velkan cuando este no miraba, haciéndome reír, cosa que llamó la atención del mayor, quien lo estaba por regañar de nuevo, pero el conde salió corriendo antes que este pudiera pronunciar un sonido. _ Ah.... _ suspiró el mayor. _ Se comporta como un adolescente. 

_ No te enfades, Velkan. _ dije con una sonrisa desde la cama, haciendo que me mirara. _ Está muy feliz. Y hasta podría decir...

_ ¿Enamorado? _ adivinó, haciendo que me sonrojara. <<Iba a decir ilusionado. Ya sabes, por lo que está pasando entre nosotros. Lo estoy ayudando a olvidar>> _ ¿Y por qué piensa que aún no lo ha hecho?, han pasado 4 meses juntos. _ <<No quiero hacerme falsas ilusiones todavía>>, dije con media sonrisa, antes de levantarme envuelto en la sabana y caminar hacia el baño deteniendome un momento en la puerta a ver a Velkan. <<Por cierto. Buenos días>>, dije con una gran sonrisa, recibiendo el mismo gesto y saludo de su parte. Entré al baño y pude darme una larga y placentera ducha, borrando rastros de sudor de mi cuerpo, producto de la apasionada noche de pasión. Al salir me cambié poniéndome una camisa simple pero elegante, y pantalones azules con zapatos negros. Estaba listo para desayunar, pero cuando miré el reloj de pared de mi cuarto, me di cuenta que en realidad era hora de almorzar. Bajé las escaleras y me encontré con una vista graciosa. Vlad estaba esperándome con la comida servida en la mesa de la sala, y a su lado Velkan no dejaba de dejarle pilas y pilas de documentos que debía firmar y aprobar. _ Joven Daniel, _ dijo el mayor a la vez yo me sentaba. _ su almuerzo está listo. _ Y en cuanto a usted, _ dijo refiriéndose a Vlad que  estaba refunfuñando en voz baja. _ no saldrá de su oficina hasta terminar con su trabajo. ¿Entendido?

Voy Amarte (Danny x Vlad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora