_ Justina Szilágyi. _ anunció a la vez que estremeció a la reina. _ esposa de nuestro príncipe Vladimir III. ¿Qué es lo que espera obtener de mí?
_ Respuestas. _ dijo retomando su pose aristocrática que tanto la caracterizaba. _ Hay un hombre. Un general. Quiero saber si él afectara en algo a mi futuro. Mi estilo de vida.
_ Zoltan Daniel Lazar será la razón de que pierdas la vida. _ dijo la mujer mientras limpiaba despreocupadamente el espejo frente a ella, indiferente a la aterrada expresión de la mujer frente a ella. _ Y todo tu poder.
_ ¿Él va a asesinarme? _ preguntó tratando de mantener la compostura. <<Tendrá que ver en ello pero no puedo decirte más>> _ ¿Que debo hacer? ¿Como puedo evitar que pase?
_ ¿Que estás dispuesta a hacer?
_ Lo que sea.
_ Entonces matalo. _ exclamó mirando fijamente a los ojos de la reina, que reflejaban la incógnita <<¿Cómo?>> sin necesidad de palabras. _ Ese hombre no es quien dice ser. Y eso hará que caiga de la gracia de nuestro soberano. _ explicó haciendo que la otra formara una sonrisa ladina en su rostro.
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Vlad estaba eufórico. Había adquirido una nueva porción de tierra para su reino y justo ahora estaba disfrutando de una increíble vista para sus ojos. Zoltan Daniel le estaba dando un baile privado en sus aposentos. Esto gracias a unas copas de más que ambos tenían encima. El principe estaba sentado a los pies de su cama con una gran sonrisa mirando embelesado como el joven movia sus caderas con gracia y lo miraba seductor y desafiante al mismo tiempo, cosa que lo estaba volviendo loco.
_ ¿Por qué no dejas de jugar conmigo y dejas que te haga mío? _ dijo cegado por la lujuria, misma que el joven reflejaba en su cuerpo y en sus ojos. _ ¿O no soy suficiente para ti? _ insistió haciendo que Zoltan mordiera su labio inferior con la duda reflejada en sus ojos. El pelinegro, muy en el fondo, sabía que estaba mal. Que no debería aceptar. Eso solo lo perjudicaría a largo plazo. Sin embargo, también sabía que quería estar con el soberano tanto como el soberano quería estar con él. _ ¿y bien chico? ¿Que harás? _ el adolecente caminó hacia el príncipe y se sentó sobre él, para luego besarlo dejándose llevar por el deseo. Beso que fue rápidamente correspondido y dominado por Vlad, quién no tardó en tomarlo por la cintura y tirarlo sobre la cama. Lo deseaba. Y lo deseaba ahora.
Vlad y Zoltan se unieron esa noche. Se permitieron ser vulnerables por primera vez y lo dieron todo. Sin saberlo, había dado su alma en ese acto aparentemente tan sencillo de amor. El príncipe sintió que aún podía amar, mientras que el general experimentó el amor por primera vez. Zoltan supo entonces que ese sentimiento tan fuerte era emocionante e igualmente aterrador, pero inexplicablemente adictivo. Tenía tantos pensamientos en su mente que le decían, casi le gritaban que se detuviera, que pensara las cosas y no se dejara llevar tan fácil, pero sinceramente, los besos de Vladimir no lo dejaban pensar con claridad. Le gustaba lo que le hacía y estaba seguro que a él le gustaban sus caricias también. En el fondo sabía que no estaba bien, pero esa noche no le importó. Amó y se dejó amar hasta el amanecer, expresando con besos y caricias sus profundos y verdaderos sentimientos.
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Dos meses antes...
Zoltan Daniel Lazar era el nombre Hungaro que su difunta madre le había dado antes de entregarlo a los Otomanos como tributo hace nueve años. El chico fue criado por Mehmed II y su esposa Hatice Hatun, quien era la que realmente lo trataba como un ser humano a diferencia de Mehmed, que siempre lo trató como un simple y mero soldado que debía obedecerle. Nueve años fue entrenado para ser un guerrero, un soldado, un arma letal. Esto a base de maltrato e inhumano entrenamiento militar.
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Voy Amarte (Danny x Vlad)
Fiksi PenggemarEl famoso Vlad III, o como es mejor conocido, Vlad el empalador. Fue un rey que sufrió desde su infancia, convirtiéndose en una persona fría, despiadada y peligrosa. A cuyas víctimas las clavaba en un palo y exhibía como trofeos. Su fama ahora forma...