El fin de un amor, El comienzo de una guerra

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_ Vladimir... _ llamó el cazador, pero éste no lo escuchó. Estaba demasiado inmerso en sus pensamientos. _ Vladimir... _ se paró al lado de él. _ ¡Vladimir! _ dijo esta vez más alto sobresaltando al conde.

_  Nos vamos.

Fue lo único que dijo y salió de la casa del anciano. Skullker lo siguió confundido y antes de que éste subiera al carruaje le preguntó que haría con Jack, a lo que éste respondió que él ahora no era importante.

_ ¿Y qué lo es?

_ Debo... pensar.

Fue lo único que dijo antes de subir al carruaje seguido del cazador, para luego dirigirse a la capital. Vlad tenía muchas cosas en la cabeza como para percatarse de que las calles de la capital de Transilvania estaban infestadas de personas de todas partes del mundo que habían viajado para cazar a la bestia, al vampiro que se presumía rondaba en aquella ciudad por las noches. Varios de ellos, aunque de diferentes tamaños y nacionalidad, todos eran aficionados o cazadores de osos, leones o lobos. Ninguno antes había visto a un vampiro y la mayoría tampoco creían en la existencia de dicho ser, sin embargo, veían la recompensa como una forma fácil de conseguir dinero. Ellos pensaban que podrían hacer pasar a cualquier animal extraño, enorme y de aterradora apariencia como un vampiro y la gente lo creería con facilidad. El problema con este plan era que la recompensa la daba el emperador, y el mismo, no estaba dispuesto a pagar un solo centavo a un grupo de estafadores, por los que sin ninguna duda, cuando estos le llevaban al supuesto vampiro, Gabriel Báthory decía que ese no era dicho ser y los corría de su palacio. La recompensa por la cabeza de la criatura, lejos de apaciguar el pánico de la gente, lo incrementó luego de que los cazadores de fortunas y los oportunistas extranjeros comenzaran a irse del país.

Fue entonces que la gente comenzó con un episodio de histeria colectiva que provocó la inseguridad y la paranoia en los transilvanos, quienes a cualquier delito, desaparición y asesinato se lo atribuían al vampiro que el rey aún no había dado caza, provocando que una multitud de personas; hombres, mujeres y ancianos se reunieran fuera del palacio de Báthory y exigieran respuestas. El monarca, ya harto de esta situación, mandó a apresar cualquiera que causara revuelo en las calles o mencionara la palabra "vampiro" o "chupasangre", argumentando que la persona que realmente creyera en esas historias para niños debían estar faltos de razón y merecían ser encerrados, ya que representaban un riesgo a largo plazo para las personas que sí estaban  cuerdas. Esa medida duró los meses que quedaban del año, y la gente ya reprimida, no mencionaba el tema pero continuaba con miedo.

El conde en más de una oportunidad fue citado por el emperador para discutir el tema de la criatura que se decía mataba a la gente y le extraía la sangre de sus cuerpos. Vlad negó saber algo al respecto todas las veces e incluso hizo bromas al respecto de las cuales Báthory se rió con ganas y realizó más bromas de ello, comentandole lo ignorante, crédula y desesperante que podían llegar a ser los pueblerinos al creer que semejante cosa pudiera existir realmente. El platinado chocó su copa con la del emperador a esa verdad con una sonrisa, por lo que ambos rápidamente se hicieron cercanos. También ambos se burlaron sobre el anterior emperador, así como el que pensara que el conde fuera realmente un vampiro. Vladimir dijo que el ex emperador le a tenido resentimiento luego de dejarle en claro que no ayudaría a difamar al nuevo emperador jamás. Cosa que Báthory creyó inmediatamente, ya que él había movilizado a los soldados hajdú, quienes eran pastores de ganado y los movió contra de Rákóczi, forzandolo pronto a renunciar al poder. No le sorprendía para nada que tramara algo para perjudicarlo de alguna forma.  Resulta esta duda, el emperador invitó a Vlad a pasar más tiempo con él, a sabiendas que su sobrino había regresado con sus padres y no estaba casado, haciéndo que no pudiera negarse por ningún motivo, dejándole poco tiempo para atender sus negocios y el orfanato que Danny había levantado junto al hijo del juez. Y sin darse cuenta ya había pasado un año y comenzado uno nuevo.

Voy Amarte (Danny x Vlad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora